Hace ya algún tiempo que el sitio web de la agencia estatal (oficial) Telam creó una sección en su sitio llamada “Buenos Aires colapsa”. Dicho apartado nuclea en un mismo lugar todas las notas elaboradas por la agencia (ahora kirchnerista) contra la gestión de Mauricio Macri.
Allí puede verse en la esquina superior derecha de la página la imagen de un obelisco derrumbado con un fondo tempestuoso y bastante atemorizante.
Dentro de la sección figuran links a las siguientes notas:
-Faltan viviendas y sobran departamentos desocupados
-El gobierno de Macri desvirtúa la aplicación del código de construcciones: Permite, no obliga
-La reforma urbanística de la Ciudad está trabada por la especulación inmobiliaria
- Barrios porteños saturados de edificios sin redes de servicios en condiciones
-No se cumple un decreto que obliga a hacer obras en redes de agua y cloacas
-Recurso de amparo por obras que producen daño ambiental en cinco barrios
No es novedad que la ciudad de Buenos Aires y alrededores poseen estructuras añejas y tampoco lo son distintos problemas que pueda tener esa capital por falta de voluntad política.
Este medio ha publicado numerosas notas sobre este fondo. Incluso el director Ejecutivo de este periódico ha sido querellante en algunas maniobras non sanctas del gobierno de Mauricio Macri, sobre todo en lo que infraestructura y edificación representa, algo que desde el conflicto del Parque Indoamericano recién parece haber percatado el oficialismo; al menos para denostar al Jefe de Gobierno porteño y su gestión.
Sin embargo no termina de resultar sumamente chocante que la agencia de noticias estatal y “militante” —como a su director le gusta especificar— elabore toda una sección para “pegarle” al gobierno de la ciudad.
Es bastante iluso imaginar que alguna vez veremos en ese medio algún apartado especial sobre hechos de corrupción de índole nacional, con Macri o sin Macri. Sin embargo cada vez es más notoria la manera en que desde el oficialismo se refieren a la Ciudad de Buenos Aires como casi un planeta aparte, planeta que sería adjuntado automáticamente si el mismo fuera oficialista.
Lamentable resulta recordar las 72 horas que tardó el Gobierno nacional y el porteño para reunirse en consenso y tratar de encontrar alguna solución al conflicto de las tomas pudiendo haber evitado muertes y enfrentamientos. Luego, y como si nada hubiera pasado recomenzaron las vergonzosas conferencias de prensa oficiales volviendo a denostar al Jefe de Gobierno por el mismo conflicto.
Ahora su portavoz estatal refrenda una pelea política infantil e inconsistente en un apartado especial de una agencia oficial que pagan todos los argentinos… también colapsados por las payasadas de sus gobernantes.