Un manto de sospechas oficiales recaen en torno al material “no declarado” del avión americano retenido el aeropuerto de Ezeiza desde el jueves último, por presuntas irregularidades y diferencias entre el material declarado y el que había realmente en los conteiners del C-17 Globemaster III.
Apenas acontecido el suceso, nadie admitía de forma clara quién había importado el cargamento. Según una fuente consultada por este medio “las armas llegaron por pedido oficial para un ejercicio (…) era un cargamento oficial”, aseguraba la fuente. Pasados los días, el Gobierno finalmente admitió que el destino del cargamento era para la Policía Federal, el cual está valuado en alrededor de dos millones de dólares.
Lejos de toda claridad posible, el procedimiento que según rumores, el canciller Héctor Timerman habría preferido mantener oculto, parece encauzar en un conflicto diplomático con ese país por el cual Cristina Fernández quiso perpetuar tantas veces una pose junto con su primer mandatario, Barack Obama.
Estados Unidos ya elaboró una queja formal por el modo en que el Gobierno manejó el caso del avión demorado en suelo argentino con armamento y equipamiento para fuerzas de seguridad, presuntamente a utilizarse en un entrenamiento conjunto entre el grupo GEOF y especializados norteamericanos. La administración de Obama ha citado al embajador argentino en Estados Unidos, Alfredo Chiaradia y se quejó ante el canciller Héctor Timerman, al tiempo que pidió explicaciones por la incautación del material.
"El propósito de la visita era un intercambio de entrenamiento entre militares expertos estadounidenses y la Policía Federal Argentina, centrado en rescate de rehén avanzado y técnicas de gestión de crisis", dice parte de un comunicado de la Secretaría de Estado que encabeza Hillary Clinton."La visita, parte de nuestra continua cooperación con la Argentina en seguridad ciudadana, había sido completamente coordinada y aprobada por el Ministerio de Seguridad y el Ministerio de Relaciones Exteriores del gobierno de Argentina", agrega.
"Aunque el cargamento fue debidamente manifestado en conformidad con discusiones y entendimientos previos, inesperadamente las autoridades argentinas entablaron una búsqueda prolongada y detallada del cargamento del avión, reteniendo ciertos artículos". Expresa parte del texto.
En su habitual columna dominical de diario Página/12, el operador-periodista Horacio Verbitsky detalló el caso en una nota titulada “Seguro que no”, en la cual explica que la embajadora Vilma Martínez “ya había enviado en noviembre al ministro de Justicia Julio Alak, quien por entonces también se encargaba de la seguridad, recordaba que la primera fase del entrenamiento al GEOF para el rescate de rehenes se había realizado en abril, por lo cual se nos solicitó realizar otro más avanzado´”.
“En otra nota, dirigida el 21 de diciembre a la ministra de Seguridad Nilda Garré, que había asumido el cargo cinco días antes, Vilma Martínez le informó que Alak había aprobado la realización del curso y que para dictarlo llegarían doce expertos militares estadounidenses”
Esto tira por tierra cualquier perfil progresista que pueda tener nuestro país en materia de soberanía nacional. Difícil resulta imaginarse a Tiempo Argentino o a Télam titulando en una de sus portadas “El Gobierno aprobó que EE UU instruya a la Policía Federal”, sin embargo según el mismo Verbistsky “cursos similares se realizaron en 1997 y 1999, bajo la presidencia de Carlos Menem, y 2002, durante los meses en que el ex senador Eduardo Duhalde cumplió un interinato a cargo del Poder Ejecutivo. No los hubo durante el gobierno de Néstor Kirchner y se reanudaron en 2009, bajo el actual gobierno”.
Esto significa que los Estados Unidos vienen incursionando y aleccionando a fuerzas de seguridad argentinas numerosas veces, no obstante la actual administración nunca objetó al respecto, al contrario, ocasionó un reciente conflicto diplomático al haber asegurado que la Policía Metropolitana (dependiente de Mauricio Macri) tomaba cursos para torturar financiado por norteamericanos.
En esa misma columna, el oficialista escriba señala que además de haber diferencias en la cantidad de armas, se encontró una extraña valija sin declarar:
“Como ya había caído la noche del jueves, Cristina ordenó precintar la valija y reanudar la tarea al día siguiente, para lo cual dispuso que la Cancillería y el ministerio del Interior enviaran al lugar personal técnico capacitado para entender de qué se trataba…” “…El canciller Héctor Timerman permaneció casi todo el día en el aeropuerto, junto con el secretario de transporte Juan Pablo Schiavi, en cumplimiento de instrucciones presidenciales”.
Este párrafo lo dice todo. Sospechar una “lavada de cara” entre tantas denuncias de corrupción, entre filtraciones de Wikileaks, entre sobreseimientos del “rey de la efedrina” y del barrabrava K “Rafa” Di Zeo, no es ilógico. Una imagen de Cristina desvelándose en sus aposentos de Olivos por la demora de este cargamento y una valija sin declarar, puede resultar alentador, pero difícil de imaginar, máxime cuando hace cuatro años funcionarios de esta misma administración insistieron tan tenazmente para que la despistada oficial María de Luján Telpuk dejara pasar valijas con poco menos de 800 mil dólares a un tal Guido Antonini Wilson proveniente de Venezuela.
Prosiguiendo
Dentro de la maleta “aparecieron equipos de transmisión, mochilas militares, medicamentos que según los funcionarios estaban vencidos, pen drives, sobre cuyo contenido deberán dictaminar los expertos, y drogas estupefacientes y narcóticas y estimulantes del sistema nervioso”. Informa la nota que detalla luego cuáles eran esos estupefacientes:
Epinefrina: un estimulante del sistema nervioso. Ketamina inyectable: droga alucinógena disociativa que produce efecto anestésico y alucinaciones.
Morfina sulfato inyectable: alcaloide que proviene del opio.
Midazolam inyectable: sedante e hipnótico de efecto rápido.
Naloxona inyectable: antagonista de la morfina, que se emplea en caso de intoxicación con esa droga.
Oxicodona en comprimidos: opiáceo sintético.
Nalbuphina inyectable: analgésico opiáceo sintético que produce una adicción muy fuerte.
Según un especialista consultado hoy por diario Clarín, algunas de las drogas incautadas son estimulantes, mientras que las otras son sedantes y producen efectos analgésicos. El especialista trata de explicar que estas drogas, las cuales se utilizan para los operativos de seguridad, jamás son declaradas ya que “la difusión de la lista de la sustancias es muy grave, ya que cualquier secuestrador puede conocer con qué sustancias intentarán neutralizarlo y prepararse de antemano.”
"Todos los artículos eran material que normalmente serían llevados durante un ejercicio de entrenamiento de esta naturaleza", decía parte de la queja oficial de la Secretaría de Estado norteamericana.
En documentos norteamericanos que trascendieron en las últimas horas, se especifica que “se pretendía enseñar como herir a un delincuente sin matarlo y desde ya sin poner en peligro la vida del rehén”. Es por eso, que entre el equipo técnico que tenía que entrar al país había camillas, morfina y otras herramientas médicas que no estaban en los documentos porque no era necesaria la aprobación del Renar.
Hay que destacar que el kirchnerismo ha enseñado, con su ejemplo, a desconfiar de operativos como éstos. Es arduo no concatenar el malestar del gobierno local desde hechos como la obviada visita de Obama por “los países más importantes de Sudamérica”, las filtraciones de Wikileaks —donde queda claro un conocimiento claro y preocupación por parte de la embajada norteamericana en Buenos Aires sobre la corrupción kirchnerista—, y las declaraciones de funcionarios de ese país con respecto a las declaraciones de Timerman sobre el financiamiento que haría ese país para enseñar a torturar.
¿Podríamos estar hablando de un aleccionamiento por parte del gobierno argentino a Estados Unidos? Pues la difusión del listado completo de los estupefacientes en la editorial de unos de los periodistas más militantes de la Argentina podría dar a entender que sí. Especialmente cuando las columnas dominicales de Verbitsky son la declaración oficial de guerra que tendrá próxima el kirchnerismo y lejos de toda motivación periodística profesional y desinteresada posible.
Eliana Toro