¿Por qué los sorteos de casi todas las causas judiciales "calientes" caen siempre en el juzgado de Norberto Oyarbide? ¿Es casual que todos, absolutamente todos los expedientes que preocupan al oficialismo de turno aterricen en el escritorio del obsecuente juez?
En realidad no es ninguna casualidad. Existen mecanismos concretos que se pueden forzar a efectos de que un tribunal determinado se haga cargo de un litigio concreto. Así al menos lo han revelado tres funcionarios judiciales a diario La Nación el pasado 23 de junio, cuando reconocieron que los sorteos para determinar qué tribunal debe intervenir en determinado expediente se pueden manipular. La revelación surgió durante una investigación en el marco de una causa que involucra al líder de Unión Ferroviaria, José Pedraza.
Según reveló el matutino, "las descripciones figuran en el expediente en el que se investiga si Pedraza, junto con un ex juez, un agente de inteligencia, un empresario ferroviario y un funcionario judicial, impulsó una maniobra para que la Sala Tercera de la Cámara de Casación resultara 'sorteada' para resolver los pedidos de excarcelación de siete detenidos por el crimen del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra."
Si bien los tres funcionarios deslizaron que hay más de una forma de "elegir" qué tribunal intervendrá, uno de ellos explicó que la forma más sencilla la tiene en sus manos el operador de computadora que debe darle ingreso a un expediente. Según explicó, la elección del tribunal se dará automáticamente cuando "el operador del sistema consigne que la causa ya tiene sala radicada, y cuando se declara 'conexidad solicitada', casos en los que directamente se asigna la sala indicada por el operador".
De esta manera, basta que un empleado con acceso a las computadoras de sorteos indique que un determinado expediente ya tiene un tribunal asignado, lo cual puede ser verdad o mentira, para que la causa quede automáticamente radicada allí.
La información está contenida en las declaraciones testimoniales de los tres funcionarios que trabajan en el área de informática del Consejo de la Magistratura y de la propia Cámara de Casación Penal, cuyos nombres no trascendieron por razones de seguridad. Y describe el proceso:
El pasado 4 de febrero, cuando trascendió la investigación que involucra al ex juez Octavio Aráoz de Lamadrid en el presunto "tráfico de influencias" que menciona a los camaristas de Casación Eduardo Riggi, Mariano González Palazzo y Gustavo Mitchell, el Centro de Información Judicial emitió un comunicado bajo el título "Cómo es el sorteo de causas en la Cámara de Casación Penal".
Allí, la página —que depende de la Corte Suprema— indicó que "se realiza a través de un sistema que administra el Consejo de la Magistratura y al que no se puede acceder desde el tribunal".
Los empleados judiciales que declararon como testigos explicaron, sin embargo, que para el sorteo de salas existe un sistema de "bolillero virtual", que consiste —en el caso de la Casación— en "11 bolilleros diferentes, para cada uno de los rubros o motivos por los que las causas ingresan en la cámara".
El programa de computación está pensado para "lograr una distribución equitativa de las causas ingresadas entre las distintas salas", de manera de evitar que una de ellas esté sobrecargada de expedientes mientras otra tiene unos pocos.
El mecanismo es automático, y "cuando ingresa un expediente que debe ser sorteado, el sistema toma las salas que para el rubro del recurso correspondiente tienen la mínima cantidad de expedientes".
"Cuando las salas disponibles para el sorteo son dos o más, el sistema selecciona una de ellas mediante un algoritmo de generación de números al azar, que escogerá a cualquiera. Si sólo una sala permanece en el 'bolillero virtual', la asignación se le efectuará directamente", explicaron los funcionarios.
Concluyendo
Como puede verse, hay formas de trampear al "bolillero judicial", lo cual debería configurar ya mismo un escándalo de proporciones. Si se demuestra que a Oyarbide le han sido forzados ciertos expedientes judiciales que finalmente terminaron en el sobreseimiento de corruptos funcionarios, no hay mucho más que meditar.
El rápido sobreseimiento que ese magistrado regaló a Néstor y Cristina Kirchner en el marco del expediente que los investigaba por enriquecimiento ilícito, podría ser el ejemplo más escandaloso a ese respecto.
Hay que recordar que esa causa judicial contó con elementos de sobra para demostrar que el matrimonio, no solo no podía justificar su crecimiento patrimonial, sino que blanqueó dinero a través de supuestos alquileres y créditos "inflados". A pesar de toda la evidencia, que incluyó un elocuente peritaje contable que mostraba serias inconsistencias contables, Oyarbide decidió sobreseer a Néstor y Cristina a fines de 2009.
¿Hubiera ocurrido lo mismo si la causa hubiera caído en otro juzgado? Es imposible saberlo, aunque es seguro que no le hubiera sido sencillo al oficialismo dominar tan fácilmente a otro magistrado como lo ha hecho con Oyarbide. Hay que mencionar que este último es un juez con demasiadas debilidades, las cuales sabe utilizar el kirchnerismo para doblegarlo. Una de ellas tiene que ver con un video filmado hace pocos meses en los lagos de Palermo, donde Oyarbide aparece junto a sus custodios en una situación indecorosa.
Quienes conocen al magistrado aseguran que esa suerte de cansancio es lo que lo motivó a tramitar su jubilación de manera anticipada.
En fin, todo lo expuesto amerita a que se ponga el foco sobre los sorteos judiciales para terminar, de una vez y por todas, con la perversidad de un sistema manipulado desde —y por— el poder político.
¿Será Justicia?