Ninguna sorpresa en Córdoba. A primera vista, por lo que arrojan los primeros sondeos a boca de urna, el gran ganador es el ex gobernador José Manuel De la Sota. En segundo lugar estaría ubicado Luis Juez y, en tercer término, el radical Oscar Aguad.
Si bien no han existido encuestas oficiales, sí hubo mediciones privadas que daban el mismo escenario, lo cual permite hacer varias lecturas:
1-Más allá de los hechos de corrupción, la sociedad cordobesa ha sabido valorar la (doble) gestión que ostentó De la Sota en esa provincia. A ese respecto, hay que mencionar que el actual gobernador Juan Schiaretti deja su cargo con una imagen relativamente elevada.
De todos modos, habrá que ver qué números son los que finalmente se imponen y compararlos con los del año 2007, que llevaron a Schiaretti a ocupar la casa de gobierno cordobesa bajo el mismo aparato que hoy ostenta De la Sota.
2-Luis Juez es un candidato ya confirmado como alternativa por sus propios comprovincianos. En realidad, ya se había posicionado en 2007, cuando perdió por muy pocos votos —en medio de denuncias de fraude— frente a Schiaretti.
La lectura de su buena elección puede interpretarse como una real necesidad de aires de renovación por parte de la sociedad cordobesa. ¿Será el elegido en 2015?
3-Aguad no supo hacer una buena elección, ya que nunca logró hacer entender su mensaje —algo insólitamente similar a lo ocurrido con Daniel Filmus en Capital Federal—, lo cual no debería llamar la atención tratándose de un candidato de la UCR. Por caso, es el mismo síndrome que sufre en estos días Ricardo Alfonsín.
Independientemente de esta lectura, que irá depurándose al paso de las horas —cuando se terminen de contar los votos—, lo llamativo es que los tres candidatos han hecho campaña denostando al kirchnerismo y acusándose unos a otros de ser funcionales al oficialismo de Cristina Kirchner. Todo un dato.
¿Por qué si la actual presidenta de la Nación es la segura vencedora en octubre ahora nadie quiere sacarse una foto con ella? Tal vez lo ocurrido en Córdoba sea la refutación misma de ese dogma de fe oficial.
En tal sentido, en Casa de Gobierno siguen de cerca lo ocurrido en esa provincia, ya que se ha convertido en el segundo distrito electoral y lo que allí ocurra podrá permitir trazar una suerte de borrador para saber qué será del destino de Cristina.
Se da por descontado que, gane quien gane, el kirchnerismo se arrogará la victoria. Debe hacerlo para no permitir que siga creciendo la hemorragia de votos que ya ha sufrido en Capital Federal y Santa Fe.
En fin, habrá que esperar hasta última hora de hoy para ver qué ha pasado en Córdoba. Mientras tanto, bien vale recordar que en apenas una semana serán las primarias nacionales.
No es poco.
Christian Sanz
Twitter: @cesanz1