Los despachantes de Aduana de la Argentina estarían pasando unas "vacaciones anticipadas" gracias a las conocidas trabas a las importaciones que dispuso el Gobierno para "proteger" supuestamente la industria nacional.
Según indica el sitio de NA, importadores de origen asiático revelaron que en nuestro país, por detrás de ese sentido de la protección con el que insiste este gobierno, existe un negocio millonario.
Empresarios textiles coreanos —quienes han sabido acopiar grandes sumas de dinero gracias a la actividad comercial que realizan en la avenida Avellaneda, en el barrio porteño de Flores— tuvieron que aprender a la fuerza cómo funciona el sistema aduanero autóctono.
Y es que, pese a las dádivas que tendrían que pagar en la Aduana para retirar del Puerto de Buenos Aires contenedores vedados por la normativa argentina y poder comercializarlos, estos empresarios entregan a los despachantes hasta 80.000 dólares por recipiente repleto de mercadería textil, para poder llevárselo de la terminal portuaria.
"Es mucha plata, pero compran por centavos en China, así que los números le cierran", dijo una fuente a NA. Al preguntarle si es posible que semejante suma de dinero vaya a engrosar únicamente la caja negra de la Aduana, respondió: "No nos olvidemos que dentro poco hay elecciones".
Hay que recordar que este periódico publicó en exclusiva los detalles de cómo habían desaparecido cerca de dos millones de pesos de la Subdirección de Asuntos Legales de la Aduana, a cargo de Pedro Roveda, destinado al pago de honorarios, obtenidos por juicios ganados por la AFIP-Aduana, a los abogados y empleados de Asuntos Legales. Una primerísima fuente reveló a Tribuna que, tanto ese dinero como el prometido aumento de sueldo a los trabajadores de AFIP —que nunca llegó—, irían a parar a la campaña de Cristina.
José María González