Amado Boudou se encuentra en el horno, decirlo no es ninguna novedad. No solo por la embestida que efectuó esta semana el juez Daniel Rafecas, sino también porque gran parte del gabinete del kirchnerismo ha optado por despegarse de su suerte. Por caso, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, sostuvo que tiene "mucho respeto" por el magistrado, a quien el vicepresidente acusó de tener una "agencia de noticias", por la supuesta filtración a la prensa de datos del caso Ciccone.
Otro que manifestó reparos fue el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, quien afirmó que pone "las manos en el fuego" por Boudou, pero se mostró sorprendido por sus dichos en torno al estudio de abogados fundado por el procurador general de la Nación, Esteban Righi, que le habría ofrecido "aceitar jueces". ¿Tan complicado está Boudou que solo unos pocos se animan a cubrir sus espaldas?
Si bien todos miran hacia el juzgado de Rafecas, existe otra denuncia presentada por quien escribe estas líneas junto al abogado de Tribuna de Periodistas, Alejandro Sánchez Kalbermatten, que promete traer nuevos dolores de cabeza al vicepresidente. Es una presentación por encubrimiento y lavado de activos de origen delictivo (Art. 277 del Código Penal) y enriquecimiento ilícito. La causa lleva el número 1999/2012 y quedó radicada en el Juzgado Federal Nro. 4 a cargo del juez Ariel Lijo.
“Esta semana (esa denuncia) cobrará un nuevo impulso”, de acuerdo a lo que publica hoy diario La Nación. “La presentación fue realizada por el abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten y el periodista Cristian Sanz”, advierte el matutino justo antes de informar que tanto el juez como el fiscal analizan impulsar esta denuncia. “Para ello preparan requerir una batería de medidas de prueba, muchas de ellas previstas por la propia Procuración General de la Nación en un manual de políticas y procedimientos para investigar casos de enriquecimiento ilícito”, reza el artículo firmado por el colega Hernán Cappiello.
Más adelante, el diario destaca que la denuncia presentada por Tribuna “menciona a los titulares de esas sociedades y la forma en que se entrecruzan sus nombres en otras empresas”. El dato es importante, ya que se trató de un concienzudo trabajo de entrecruzamiento de datos que demoró varias semanas, llevado adelante por los periodistas de este medio.
Antes de agradecer a los colegas de La Nación, hay que destacar que la misma denuncia ya había sido revelada por diario Perfil el pasado 3 de marzo.
Vaya el agradecimiento también para ellos.