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Cuando un testigo se va

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LOURDES DI NATALE Y LA PÉRDIDA DE UN TESTIMONIO CLAVE
LOURDES DI NATALE Y LA PÉRDIDA DE UN TESTIMONIO CLAVE

Hace casi dos meses este periodista prestó espontánea declaración en el marco de la causa por la muerte de Lourdes Di Natale

 

Hace casi dos meses este periodista prestó espontánea declaración en el marco de la causa por la muerte de Lourdes Di Natale.

Recordemos que la promesa de dicho testimonio fue la que permitió que se desarchivara el complicado expediente que intenta desentrañar la verdad detrás de la muerte de la testigo estrella del menemismo.

Cuando estuve frente al fiscal, Carlos Donoso Castex, relaté exactamente todo lo que había investigado en estos últimos meses y le comenté que existía la posibilidad de que uno de los testigos más importantes que había entrevistado prestara declaración ante él bajo reserva de identidad.

Recordemos que, tal cual comentara en un artículo anterior, este periodista se entrevistó con una persona vinculada a la Policía Federal que le reveló que a Di Natale la habían asesinado luego de aplicarle una droga llamada succinilcolina, que relaja los músculos del cuerpo.

Sin inmutarse un ápice, el fiscal me comentó que no era posible hacer que mi testigo declarara reservadamente. Yo insistí: le dije que la charla con el informante podría ser informal, que no hacía falta que fuera en el marco de la causa. Lo importante era saber lo que sabía el testigo, más allá del marco en el que declarara.

Donoso Castex insistió en su negativa, aún cuando le aseguré que el informante estrella en poco tiempo saldría del país, a causa de las presiones que estaba sufriendo por parte de sus compañeros de la Policía.

Esa tarde me fui con un gusto amargo en la boca, pero con la tranquilidad de haber intentado ayudar a esclarecer la causa judicial. La negativa del fiscal me quedó dando vueltas en la cabeza durante varios días. No podía entender nada.

Hasta que entendí todo. Sobre todo después de esta semana, cuando supe que mi informante había dejado el país asqueado con la corrupción y la impunidad entorno a la muerte de Di Natale.

La indignación por lo sucedido es el motor de esta nota.


El hombre sin sombra

Hace un par de años se publicaba una revista periodística llamada La primera. En uno de sus números apareció un elocuente artículo que denunciaba casos de corrupción de fiscales que armarían causas para luego "negociar" (eufemismo para cubrir presuntos ilícitos) con los imputados a cambio de algún tipo de compensaciones.

En la publicación aparecían los nombres de los fiscales: Carlos Donoso Castex, Paulo Starc, Eduardo Miragaya, Luis Cevasco y Marcelo Saint Jean, entre otros.

Poco después, el diario Página/12 publicó una crónica del 20 de diciembre de 2001 que pasó casi desapercibida y que dejaba mal parado el desempeño del mismo fiscal. La nota pudo leerse el 1º de abril de 2003:

“’El 20 de diciembre me balearon y me dejaron parapléjico pero como no ocurrió en el centro de la ciudad no tengo justicia’, se lamentó Jorge ‘Tuly’ Portillo ante Página/12. El fiscal de instrucción Carlos Donoso Castex archivó la investigación sobre los hechos en los que el joven fue herido y la Cámara de Apelaciones del fuero ordinario rechazó el pedido de sus abogados para que el caso pase a la Justicia federal, donde sí avanzó la investigación de cinco muertes producidas durante la represión a la rebelión popular que desalojó a Fernando de la Rúa de la Casa Rosada. Rodolfo Yanzón, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH), adelantó a este diario que acudirán a la Cámara de Casación y, eventualmente, a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El 20 a la madrugada Tuly Portillo se había despedido de su novia y volvía a su casa, en el barrio Mitre. Ya habían empezado los saqueos y se encontró con dos patrulleros y un auto particular. ‘La gente se les fue encima y yo quedé en medio de la calle, entre las balas y las pedradas. Fueron dos fogonazos y cuando me di cuenta estaba en el piso’. Portillo tiene 21 años, quería ser futbolista profesional y tenía posibilidades para pasar de Platense a un club italiano. Pero quedó inmovilizado en una silla de ruedas (...) El juez de instrucción Ricardo Farías delegó el caso en el fiscal Carlos Donoso Castex, que determinó que la bala que hirió al joven es calibre 9 milímetros. El funcionario pidió que se identifique al personal que actuó en el hecho y la Policía Federal le dio seis nombres, pero los peritajes realizados a las armas que les secuestraron a esos efectivos determinaron que ninguno de ellos fue quien disparó contra Portillo. Entonces, el fiscal archivó el expediente (...) Los abogados de la Liga apelaron esa decisión y pidieron la incompetencia de ese fuero para que la causa pase a manos de Servini de Cubría. Con el impulso de los fiscales Luis Comparatore y Patricio Evers, esa investigación avanzó incluso sobre las responsabilidades políticas de la represión del 20 de diciembre, de la que Portillo fue víctima. Por el contrario, Donoso Castex ignoró la denuncia inicial de la Liga contra el ex presidente Fernando de la Rúa, el ex ministro del Interior Ramón Mestre, el ex secretario de Seguridad Enrique Mathov y el ex jefe de la Federal comisario Rubén Santos, y contra los autores materiales, acusando a todos de tentativa de homicidio.”

Ahora yo empezaba a entender más y más...


El reino del revés

Muchos desconocen que la causa judicial por la muerte de Lourdes nunca tuvo un apoderado oficial por parte de la familia Di Natale. Recién estas últimas semanas –el 2 de diciembre de 2004, para ser más específicos- el padre de la fallecida Lourdes le otorgó un poder al abogado Rodolfo Chimeri Sorrentino para que pudiera actuar en el expediente judicial “como parte querellante con las responsabilidades emanadas del artículo 85 en función del artículo 419 del Código Procesal Penal de la Nación”.

Hasta este momento ha sido poco y nada lo que se pudo avanzar por la ausencia de un motor que impulsara la investigación. A esto hay que sumarle las presiones que el oscuro abogado Mariano Cúneo Libarona ha efectuado sobre la familia de la asesinada testigo.

Por otra parte, hay que admitir que la causa ha sido llevada delante de manera más que ineficiente. En uno de los últimos escritos que el abogado Chimeri Sorrentino presentó a la justicia se detallan elocuentemente algunas de las irregularidades más sospechosas:

“(...) El examen del presente caso, ha puesto de manifiesto serias irregularidades y desorientación en la conducción de la etapa crítica de la instrucción, que finalmente deriva en la severa orfandad de sustento (...) A la luz de lo manifestado resulta la total orfandad de diligencias preliminares elementales del procedimiento Penal. De todo ello es fácil inferir que:

· No se ha efectuado la reconstrucción del hecho.

· No se valoró todo el material probatorio colectado en el sumario.

· No se ha efectuado una búsqueda exhaustiva en procura de las pruebas materiales en el lugar de los hechos.

· No se sabe con certeza si se ha pasado por alto alguna evidencia.

· No se examinaron todas las personas que tenían algún conocimiento respecto de la víctima.

· No se estableció el motivo de la muerte.

· ¿Ha sido terminada la investigación del caso.?

Tampoco se pudo establecer el llamado que Lourdes Di Natale recibió en su teléfono celular a la hora 13:58:44 del día 01-03-03 (fs. 385).

Resulta relevante el resultado del protocolo de autopsia (fs. 126) por el laboratorio de toxicología y química legal.

La necropsia fue realizada por el perito del Cuerpo Médico forense Dr. José A. Patitó, del cual concluye que la víctima presentaba 3.15 grs. por litro de alcohol en sangre (estando la víctima dentro del tercer período de la fase llamada ebrioso agudo).

Esta aseveración, documentada con firma de puño y letra del mentado perito médico, no se compadece en absoluto con lo que pontifica en su Tratado  de Medicina Legal  Editorial Quorum, Edición abril de 2003 pág. 890 (9.1.5 d cuarto período) donde señala que en este período la alcoholemia es mayor de 3.5 grs. por litro y corresponde al período de coma alcohólico, ‘...se puede producir la muerte por intensa depresión cardiorespiratoria...’

En sintonía con lo expuesto:

¿Se compadece esta  gravísima intoxicación para que la víctima fuera capaz de deambular y realizar lo que se ‘lucubró’?

(...) A fs. 429 la diputada María Graciela Ocaña, envía un escrito dirigido al Señor. Fiscal, acompañándolo con un escrito del diario La Nación, solicitando que por la extraña forma en que murió Lourdes, hizo que en cumplimiento de mi obligación de colaborar con la justicia de no dejar de aportar a la causa todo lo que le pareciera de importancia. Asimismo manifestó que en el marco de varios encuentros de trabajo que mantuvo con Lourdes, jamás vio bebidas alcohólicas en su casa, ni notó en ella estado de ebriedad alguno, asimismo manifestó que  está mas convencida que nunca que la muerte de Lourdes no ha sido un accidente.-

A fs. 431 declara Josefa Ibarra, quien fue la última persona que vio a Lourdes el día de su muerte, quien manifestó que jamás la vio en un estado que permitiera sospechar que ingiriera alcohol y/o drogas.”

Más claro echarle agua mineral. 


Concluyendo

La muerte de Lourdes Di Natele no tiene que ver sólo con su muerte, sino con la periferia de una docena de causas de corrupción política que involucra a políticos y empresarios de diversa índole. Es obvio que su desaparición ha aliviado a más de un funcionario, sobre todo del entorno menemista.

Es estúpido creer que Lourdes murió por motus propio, sobre todo cuando se sabe que estaba a punto de reencontrarse con su querida hija. Pero más sospechoso aún es que se haya quitado la vida a pocos días de confesar algunos detalles explosivos. Asimismo, a varios periodistas –incluido quien escribe esta nota- Lourdes les había prometido unos papeles que guardaba fuera del país.

Tampoco parece casual que Di Natale haya perecido pocos meses después de que falleciera otra testigo importante como era Marta Meza*, madre del hijo nunca reconocido de Carlos Menem.

En ese marco es donde se hace más que inentendible el desempeño del juez y el fiscal, quienes tienden, sin explicación –o sí-, a no avanzar demasiado.

Podemos decir entonces que, después del cáncer y del SIDA -y otras patologías-, el hecho de ser “testigo estrella” es una de las causas de más mortalidad en nuestro país.

Todo un dato...

 

Christian Sanz

*Poco antes de que muriera, tuve la suerte de conocer a Marta Meza en el programa “Almorzando con Mirtha Legrand”, al cual ambos fuimos invitados. En él, Meza manifestó que temía que la mataran y me contó detalles de la mafia Menem/Yoma que algún día serán contadas por este cronista. Meses después apareció “envenenada”.

 

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