La jugada no es nueva ni novedosa: cada vez que el kirchnerismo tiene en mente beneficiar judicialmente a algún funcionario o allegado a sus filas, al mismo tiempo elabora un golpe de efecto para que la primera medida pase totalmente desapercibida.
Con solo otear las virtuales páginas de Tribuna de Periodistas se podrán encontrar una decena de ejemplos a ese respecto.
En las últimas horas, parece haber ocurrido algo similar luego de conocerse que la jueza María Romilda Servini de Cubría decidió procesar al publicista ecuatoriano Jaime Durán Barba por haber participado de una supuesta campaña sucia en favor de Mauricio Macri y en detrimento de Daniel Filmus en el marco de las elecciones celebradas en 2011.
El delito que se le imputa a Durán Barba es el 140 del Código Electoral, referido a la "inducción con engaños", una figura que, curiosamente, carece de antecedentes históricos. Allí se asegura que "se impondrá prisión de dos meses a dos años al que con engaños indujere a otro a sufragar en determinada forma o a abstenerse de hacerlo".
Poco después de conocida esa noticia, la Sala I de la Cámara Federal decidió que Pablo Schoklender y el contador Alejandro Gotkin fueran excarcelados en la causa que los investiga por el desvío de 280 millones de fondos en Madres de Plaza de Mayo para la construcción de viviendas sociales.
No se trata de cualquier tribunal, sino del mismo que separó al juez Daniel Rafecas de la investigación del Boudou-gate luego de la "sugerencia" de Amado Boudou. También se trata de los magistrados —Eduardo Freiler, Eduardo Farah y Jorge Ballestero— que sobreseyeron en noviembre de 2011 al secretario de Energía, Daniel Cameron, a ex funcionarios y ex ejecutivos en la causa por presunto pago de sobreprecios en la ampliación de gasoductos en el país en el 2005, por parte de la empresa sueca Skanska.
Además de Cameron y otros ex funcionarios, la Cámara también dejó sin efecto los procesamientos de varios ex directivos de la firma Skanska, así como de Transportadora de Gas del Norte (TGN) y de Transportadora de Gas del Sur (TGS).
Lo interesante del caso es que la de la Cámara no coincide con lo que llegó a admitir la empresa de construcción. Es que la compañía sueca Skanska reconoció en el año 2006 haber pagado "comisiones indebidas" a funcionarios públicos vinculados en la construcción de los gasoducto Norte y Sur.
Casualidades... o no
Hace menos de dos semanas, Pablo Schoklender empezó a revelar cuestiones comprometedoras respecto a la participación de Hebe de Bonafini en la trama de las viviendas del plan “Sueños Compartidos”: "Hubo 400 cheques rechazados. Entonces Hebe gestionó ante el Banco Central y abrió cuentas en otros dos bancos". Acto seguido, habló de los bancos Nación y Provincia.
También aseguró que la titular de Madres de Plaza de Mayo tomaba las decisiones en la entidad, entre ellas la de pagar sueldos. Asimismo, afirmó que apenas renunció su hermano Sergio, Hebe brindó con whisky y le dijo que le pagara 500 mil pesos a Doris Capurro y 150 mil al "Pocho" Brizuela, el jefe de seguridad de las Madres en las villas de emergencia.
Finalmente, dejó un mensaje por elevación al poder: "la investigación judicial está muy mal orientada". La pregunta surge inevitable: ¿Es casual que menos de dos semanas más tarde, haya sido excarcelado a pesar de la evidencia que pesa en su contra?
Preguntas sin respuesta
En estas horas, las preguntas se acumulan sin cesar y las casualidades parecen ser parte de la única respuesta posible. A saber:
-¿Por qué Servini de Cubría —cuestionada desde los días del menemismo— demoró casi un año en procesar a Durán Barba? ¿Por qué lo hizo con elementos que no son nuevos en el expediente?
-¿Por qué Filmus se ocupó en denunciar una “campaña sucia” pero jamás negó las imputaciones que se hicieron a través de los llamados en cuestión, como por ejemplo que su padre Salomón aparecía vinculado a Schoklender?
-¿Cómo es posible que un profesional con los antecedentes de Durán Barba hiciera semejante maniobra ilícita desde el mismo inmueble donde opera su consultora “Opinion Confidential”?
-¿Es casual que todo esto ocurra el mismo día que se conoce el pedido del fiscal Federal Federico Delgado de procesar a los ex secretarios de Transporte Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime, junto a otros imputados por la tragedia ferroviaria de Once?
-¿Por qué todos los fallos de segunda instancia que “alivian” al kirchnerismo parten de la Sala I de la Cámara Federal? ¿Por qué a los jueces que la integran, Ballestero, Freiler y Farah, les dicen “los tres Oyarbides”?
Por ahora, preguntas sin respuesta…¿o no?
Christian Sanz
Twitter: @cesanz1