Este domingo amaneció convulsionado, luego de que escaparan de manera suspicaz los hermanos Christian y Martín Lanatta, condenados por ser autores materiales del triple crimen de General Rodríguez, ocurrido en el año 2008.
Ello generó una catarata de tuits de mi parte, explicando las implicancias —valga la cacofonía— de lo que esto representa para el saliente kirchnerismo, principalmente para el exjefe de Gabinete, Aníbal Fernández, para quienes trabajaban los Lanatta.
Ello provocó que un imbécil, desde el anonimato claro, comenzara a amenazarme. “Cuídate porque yo mismo te voy a pegar un tiro en la nuca muerto de hambre”, sostuvo en un primer mensaje.
Luego, fue más directo: “Cuando estés muerto te voy a mear encima hijo de puta! Te haces el poronga? Vamos a ver ahora sí te la bancás”.
¿Qué debe hacer uno frente a un imbécil como este, que no solo amenaza sino que además lo hace tras el anonimato más cobarde?
Decidí hacer algo básico, casi instintivo: retuiteé sus amenazas. Lo demás llegó por añadidura. Miles de personas salieron a repudiarlo, lo cual obligó al personaje en cuestión a restringir su cuenta de Twitter (@josephbariloche). Luego, directamente debió cerrarla, ante la catarata de insultos que recibió (ver al pie).
Luego de ello, ocurrió lo inesperado: su usuario se convirtió en tendencia en Argentina:
Joseph, @josephbariloche es ahora una tendencia en Argentina https://t.co/nI529PplLm
— Trendsmap Argentina (@TrendsArgentina) diciembre 27, 2015
A esa altura, decidí buscarlo, investigar para saber si podía encontrarlo. Me encontré con que trabaja en un boliche llamado Pueblo Límite, de Villa Gesell.
Luego, solo tenía los datos que puso en su propia cuenta de Twitter, donde asegura ser un “referente y líder juvenil “. También jura trabajar en marketing y laburar “en el desorden” que le “sale bien”.
Según pude investigar, se trataría de un joven llamado José Luis Carrizo. Este es su perfil de Linkedin y esta su cuenta de Facebook. Su rostro es el siguiente:
Es curioso, porque el amenazador ostenta una incipiente amistad con el concejal riojano Heber Sirerol. Seguramente uno de sus protectores en la política que nos parió el kirchnerismo, del cual se declara adherente Carrizo, claro.
Mañana haré una denuncia penal contra este idiota, no porque tema que pueda hacerme algo, sino porque estoy harto de aquellos que andan por el mundo amenazando con semejante impunidad.
Es hora de decir una sola palabra… ¡Basta!