No es un chiste. Ni siquiera es gracioso. Lo que hizo con su ex casera es de una gravedad institucional pocas veces vista, Sr. Triaca.
No solo la insulta con calificativos que no corresponden a su investidura, sino que además, según surge de la propia denuncia de la mujer, usted la tuvo trabajando “en negro” durante al menos tres años.
¿No es insólito proviniendo de quien ostenta el cargo de Ministro de Trabajo de la Nación? ¿No es hipócrita acaso?
Usted no puede seguir en su cargo, Sr. Triaca, es así de simple y sencillo. No se hace lo que usted ha hecho y se sigue como si nada, con un solapado pedido de disculpas que no termina de aclarar el fondo de la cuestión. Y encima por Twitter.
Dicho sea de paso, ¿cómo y por qué puso a su otrora casera como interventora del sindicato SOMU? ¿Qué pergaminos presenta la mujer en cuestión? ¿O será que la puso para no tener pagarle de su bolsillo el salario que le correspondía?
Cambiando de tema, le recuerdo, Sr. Triaca, que jamás ha dado explicaciones por el escandaloso nepotismo que lo rodea como funcionario.
Su esposa, sus hermanas y hasta su cuñado fueron designados en ostentosos cargos del Estado, con altos salarios que pagamos con nuestros impuestos. ¿Le parece ético? Antes de responder ponga su mano en el corazón.
Uno, que ha sido crítico con el kirchnerismo por este tipo de cuestiones, que ha destrozado con la pluma a los ex funcionarios del pasado gobierno, se siente incómodo y molesto al observar la situación aquí referida.
No es el cambio que ustedes propugnaban cuando hacían campaña, Sr. Triaca. Y le recuerdo que usted fue uno de los principales militantes del macrismo en 2015.
Finalmente, le quiero contar algo que mi abuela solía decir: que no solo hay que ser honesto, sino también parecerlo.
Ud. Sr. Triaca, estaría fallando en ese preciso tópico. Por eso, humildemente, le digo que debe dar un paso al costado.