Uno de los tópicos que complican al gobierno de Mauricio Macri —seguramente el que más lo tiene contra las cuerdas— es el del déficit de las cuentas públicas. Es algo que admite el propio oficialismo y que, sinceridad mediante, viene de arrastre desde los años del kirchnerato.
En tal sentido, el pasado viernes, el mismísimo ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anunció un ahorro de US$ 3.200 millones este año, producto de una supuesta baja del déficit fiscal desde el 3,2% del producto bruto interno proyectado, para este año, al 2,7%. Hasta ahí, todo bien.
El problema nace cuando uno hojea el Boletín Oficial de este lunes, donde las primeras 60 páginas están dedicadas a dar cuenta de infinidad de nombramientos en la función pública.
Hay de todo un poco, incluso algunos de los cargos son insólitos. A saber:
-Directora de Proyectos de Transformación Productiva.
-Director de Reincorporación Productiva.
-Director Nacional de Responsabilidad Social para el Desarrollo Sostenible.
-Director Nacional de Infraestructura y Actividad Física.
-Director de Prevención de la Corrupción y Ejecución de Pruebas de Integridad dependiente de la Unidad de Coordinación General del Ministerio de Seguridad.
-Coordinadora de Detección y Seguimiento de Necesidades Críticas de la Dirección de Asistencia Crítica dependiente de la Dirección Nacional de Emergencia de la Subsecretaría de Abordaje Territorial en el ámbito de la Secretaría de Articulación de Articulación de Política Social (no es chiste).
-Directora Nacional de Agenda Internacional.
-Director General de Asuntos Políticos de la Secretaría de Relaciones Políticas y Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete de Ministros.
-Coordinadora de Análisis y Métricas de la Dirección de Comunicación Digital de la Dirección Nacional de Publicidad Oficial de la Secretaría de Comunicación Pública de la Jefatura de Gabinete.
-Directora de Planificación Operativa de la Unidad de Coordinación General de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación.
Como se dijo, se trata solo de algunas de las designaciones de las últimas horas. Hay mucho más.
Entonces, aparecen nuevamente los ecos de las palabras de Dujovne, el viernes pasado: "Adelantamos el sobrecumplimiento que íbamos a tener (en cuanto al resultado del déficit fiscal) y lo convertimos en una meta formal, un compromiso explícito".
No hay remate.