En medio de crisis cambiarias y viajes furiosos a EEUU, de discusiones presupuestarias y supuestos cambios de gabinete, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta decidió contratar a una astróloga como consultora.
No es chiste… de hecho la mujer, llamada Luján Brinzoni, empezará a trabajar para el Estado este mismo mes y será la nueva “coach” del gabinete macrista en la Ciudad de Buenos Aires.
Los argumentos oficiales esgrimidos para contratarla merecen un párrafo aparte: “Así como es necesario invertir en recursos tangibles e intangibles para acercar soluciones que mejoren la vida de los vecinos, creemos que invertir en las personas que construyen y diseñan las políticas que transforman el día a día de los ciudadanos de la Ciudad de Buenos Aires es relevante para la eficiencia de la gestión”.
¿En serio? ¿Qué tan relevante son los servicios de una astróloga para mejorar una gestión, cualquiera que fuere?
Ello sin mencionar que la astrología es una pseudociencia, una doctrina que cuenta con más pifies que aciertos. Más aún, no tiene ningún acierto.
A pesar de ello, el macrismo ha decidido que Brinzoni sea la encargada de la evaluación y capacitación de los miembros de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Ciudad, incluido el propio Rodríguez Larreta. A cambio de tal servicio, la mujer embolsará la friolera de $ 430 mil.
Hace unos días, diario Perfil intentó contactarse con la “coach”, pero declinó ser entrevistada. “Prefiero que mi trabajo sea el que hable por mí”, respondió ante la consulta de ese medio.
Como se dijo al comienzo de esta nota, son días de inquietud e incertidumbre, de complicaciones económicas de alta relevancia. No obstante, está claro que la preocupación no llega a todos por igual.