Es un hecho: Mauricio Macri no pasa por su mejor momento. Más allá de los crudos datos de la economía, que mes a mes aparecen más complicados de acuerdo a las mediciones oficiales, las encuestas lo encuentran en el peor momento de su valoración como presidente.
Por caso, en la última medición que se conoció, efectuada por la firma Federico González y Asociados -publicada por Tribuna de Periodistas esta misma semana-, el jefe de Estado se encuentra muy por detrás de la figura de Cristina Kirchner.
Por eso, a sabiendas de lo lejano que quedan agosto y octubre, meses en los que se realizarán las PASO y las elecciones nacionales respectivamente, el macrismo ha empezado a considerar la posibilidad de adelantar las elecciones.
El plan lo acercó el procurador general del Tesoro, Bernardo Saravia Frías, a la Casa Rosada, según reveló el periodista Alejandro Bercovich.
"Se trata de una carpeta donde se detallan todos los aspectos legales de un eventual adelantamiento de las elecciones presidenciales. No quiere decir que sea el plan A ni el B, pero sí que empezó a estudiarse la alternativa", puntualiza el colega.
Y avanza: "Hombre de confianza de Macri y antiguo asesor legal del holding familiar, Saravia Frías le advirtió a su feje que no le resultará tan fácil como a Alfonsín. A fines de los ochenta, la fecha estaba sujeta a una discrecionalidad mucho mayor de la Rosada".
La versión no fue ratificada por ningún funcionario del gobierno, ni en "on" ni en "off", pero tampoco fue desmentida. Eso abrió la puerta a todas las especulaciones.
Desde el sentido común nada de lo referido suena disparatado. ¿Cuánto más podrá contenerse el dólar? ¿Qué tanto resistirá la economía la ausencia de confianza en el oficialismo de turno? Son solo algunas de las preguntas que aparecen en estas aciagas horas.
Mes a mes, los indicadores oficiales -que acompañan a los de las consultoras privadas- arrojan números que causan pavor. Cuando parece que los rubros de la economía no pueden caer más, estos persisten en descender, sin solución de continuidad.
Es cuando aparece un nuevo interrogante: ¿Cuánto más pueden resentirse esos indicadores hasta que la sociedad estalle en furia?
El plan de Saravia Frías abreva en esa cuestión puntual: aplica una suerte de fórmula que advierte que, cuanto más empeora todo, más desciende la imagen de Macri. Una cosa es directamente proporcional de la otra.
Ergo, la única posibilidad es anticipar los comicios, antes de que siga cayendo en picada la valoración presidencial.
Por ahora, los comentarios son tibios, pero cobrarán fuerza en las próximas horas. Si acaso alguno albergara alguna duda, solo debe conservar la presente nota periodística.