Qué sí, que no. Que habrá control, que no lo habrá. Este miércoles, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró en su informe ante la Cámara de Diputados que el Gobierno no instrumentaría una política de "control" de precios.
Ello con el objetivo de frenar el impacto de la inflación en la canasta básica de alimentos. Son mecanismos en los que está trabajando el ministro de Producción, Dante Sica, con la inestimable colaboración del gobierno de Mendoza.
Por caso, según adelantó el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, el acuerdo que se busca será "por algunos meses".
Más allá de la semántica entre "control" o "acuerdo", los principales economistas del país criticaron el proyecto a coro.
El primero de ellos fue José Luis Espert, quien aseguró a Tribuna de Periodistas: "Parece a veces que la estupidez de la vieja dirigencia de la política argentina no tiene límites. Lo estamos viendo una vez más con esto, el control de precios. Es una cosa ridícula".
Por su parte, Roberto Cachanosky, dijo a este portal: "Aquellos que creen que pueden resolver el problema inflacionario con los controles de precios, les sugiero que lean "4.000 años de controles de precios y salarios, cómo no combatir la inflación", de Robert L. Schuettinger - Eamonn F. Butler. Ni los edictos de Diocleciano (301 d. C) lograron controlar la inflación a pesar de la pena de muerte establecida para aquellos que violaran los edictos".
En relación a los dichos de la diputada Elisa Carrió, quién criticó los altos precios de los alimentos en los supermercados, Cachanosky expresó: "Si Carrió cree que puede controlar la inflación verificando cómo está ordenada la góndola de los dulces de leche o del salame picado fino envasado, quiere decir que entramos en estado de desesperación y demagogia suprema".
En la misma línea opinó el economista Fausto Spotorno, quien indicó a TDP que "el control de precios no sirve, no sirvió nunca ni servirá jamás, de hecho hay un libro que sobre cómo fracasaron todos".
Y agregó: "La razón es que no permitís que se encuentren la oferta y la demanda en el punto que más le conviene a cada uno, entonces distorisionás esa negociación de mercado y generás desabastecimiento".
Finalmente, el economista sostuvo: "Ejemplos de esto fueron las tarifas durante la época de Cristina, el control de precios de la época de Alfonsín, luego faltaron productos en las góndolas en esa época con la hiperinflación. También pasó en Venezuela, en el imperio romano y no funcionó ninguno", sentenció.
El último en opinar fue Miguel Boggiano, quien puntualizó que "el control de precios es una demostración del nivel de desesperación del Gobierno, que ya no sabe qué hacer para tratar de tener chances de llegar a octubre sin una situación que se le desborde".