“No los une el amor, sino el espanto”. Nunca más cierta aquella célebre frase a la hora de explicar por qué Mauricio Macri optó por Miguel Pichetto al momento de elegir compañero de fórmula.
Todas las especulaciones respecto de que sería un radical el que ocuparía ese puesto, acaban de irse al tacho. Papelón de los grandes medios.
Lo curioso es que el nombre del senador rionegrino fue consensuado por los propios referentes de la UCR, quienes han desistido de ocupar el cargo de marras, acaso por el desgaste que hoy ostenta el gobierno nacional.
No todos, en realidad. Hay quienes empiezan a deslizar en voz baja la posibilidad de competir en las primarias por ese cargo.
Pichetto, otrora menemista, duhaldista, kirchnerista y ahora neo macrista, ha logrado lo más relevante, aquello que anhelaba con exasperación Macri: calmar a los mercados.
El efecto fue inmediato. No solo por el alineamiento de Pichetto a las reglas de la ortodoxia, sino también por su furiosa diatriba contra Cristina Kirchner. ¿Cuántos peronistas se han animado a tanto?
Ese efecto de tranquilidad era lo que buscaba Macri, pero también la idea de que el ahora exsenador opere cual imán para convocar al peronismo “racional”. No busca votos, ciertamente, sino gobernabilidad.
Dicho sea de paso, se trató de una reacción tardía ante la jugada de Cristina Kirchner de convocar a Alberto Fernández, quien a su vez aglutinó a gran parte del peronismo. En breve, Sergio Massa abrevará allí.
El propio Pichetto explicó por qué aceptó el convite del presidente: “Busco que nuestra macroeconomía se ordene sobre bases de sano equilibrio, sin déficits estructurales ni votalibilidades monetarias". Fue un mensaje con certera alusión al kirchnerismo.
A quien le cupiere alguna duda, debe prestar atención a otra parte de su discurso: "Creo en la República, los derechos y garantías de la Constitución, y la división de poderes". Klarísimo.
Eso sí, Pichetto casi no hizo alusión a la figura de Macri. Ello porque en su fuero íntimo desconfía del presidente (no olvidar: lo une el espanto).
De hecho, el pasado 15 de marzo, a través de su cuenta de Twitter lo dejó claro: “El gobierno de Macri aumentó todo y generó más incertidumbre, endeudamiento, un proceso de empobrecimiento de la clase media y de los trabajadores. Con gran preocupación estamos siguiendo la actividad automotriz y textil, más de 3.500 han cerrado”.
Tiempo antes, en 2015, fue el propio Macri el que lo destrozó al hoy candidato a vice en una entrevista a bordo de un automóvil: “Hace 25 años que gobiernan los mismos. Cambian presidente pero los de abajo son todos los mismos. Yo lo ejemplifico con Pichetto", dijo.
Y añadió: "¿Lo ubicás a Pichetto? Fue presidente del bloque de senadores del peronismo con Menem, con Duhalde, con Néstor y con Cristina. Si gana Scioli, ¿quién va a ser el jefe del bloque? Pichetto”. El siguiente video no deja mentir:
Como puede verse, la política en Argentina es bien voluble. El caso de Massa lo demuestra claramente. Lo mismo ocurre con Alberto Fernández, quien pasó de detractor a defensor de Cristina.
Ahora, Pichetto hizo lo propio. Alguien dijo alguna vez que este país es un chiste. Se quedó corto: es un "mal" chiste.