Hace unos días se dieron a conocer amenazas sufridas por el periodista Joaquín Morales Solá en el marco de sus diatribas periodísticas contra el kirchnerismo desde las páginas de diario La Nación. Los aprietes al hombre de prensa llegaron justo después de que el presidente Néstor Kirchner hablara contra Morales Solá y recordara algunas de sus elogiosas columnas hacia el genocida Jorge Rafael Videla en los años 70.
A partir de ese momento, gran parte del periodismo se encolumnó detrás de la figura del analista político de La Nación, haciendo una excesiva defensa hacia su persona y condenando duramente las palabras del primer mandatario.
Si bien el ataque del presidente fue innecesario y demuestra su elocuente intolerancia hacia el periodismo crítico, sus palabras no han sido falaces y merecen una profunda revisión del pasado profesional de Morales Solá, quien hasta no hace mucho tiempo solía ser uno de los más conspicuos visitantes del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, tal cual puede verse en la agenda de audiencias de la cartera que este último comanda.
Morales Solá ha sido el escriba más fiel de algunos de los disparates nacidos de la mente del presidente Kirchner. Y, lo más vergonzoso, es que el periodista siempre disfrazó esos mensajes de " análisis políticos", basados en encuentros con supuestas fuentes de información no oficiales.
En este marco, las palabras de Kirchner en las últimas semanas suenan a despecho. Suenan a "¿Qué pasó que te saliste del libreto que te dimos, Joaquín?".
Por lo dicho, es imposible no hacerse ciertas preguntas, incómodas algunas de ellas:
-¿Por qué el presidente no ataca a periodistas mucho más críticos de su gestión que Morales Solá, como Jorge Lanata u otros?
-¿Cómo se entiende que siendo tan supuestamente "crítico", Morales Solá tenga acceso irrestricto al despacho de Alberto Fernández?
-¿No es obvio el despecho que siente el mandatario, expresado en palabras puntualmente seleccionadas?
Años de plomo
Hace unos días, el periodista Pablo Llonto reveló anécdotas de Morales Solá referidas a la etapa que ambos trabajaban en diario Clarín y ratificó lo comentado por el primer mandatario.
Según Llonto, el ahora paladín de la libertad de expresión y víctima de una campaña oficial, mientras estaba a cargo de la redacción de Clarín en tiempos de democracia, prohibió que se escribiera " Che Guevara" en las notas e hizo echar a periodistas de política que fueran candidatos en agrupaciones de izquierda.
Al mismo tiempo, Llonto ratificó que el ahora columnista de La Nación escribió en 1978 el panorama político elogioso del dictador Jorge Videla que le enrostró Néstor Kirchner hace un par de semanas.
Llontó explicó que si bien la columna no está firmada, la autoría del artículo se la confirmó una fuente confiable, además de que el texto tiene el estilo de Morales Solá y que éste era uno de los tres encargados de ese espacio. Llonto desafió al columnista de La Nación a que diga si no fue él quién redactó el texto que le adjudicó el Presidente.
En idéntico sentido, a fines del año 2003 el periodista Hernán López Echagüe desenmascaró a Morales Solá en el marco de la crítica a una nota firmada por este último, publicada en La Nación el 19 de diciembre de 2003, en la cual el calvo periodista realizó una insólita defensa de Ernestina Herrera de Noble, por entonces detenida por un pedido judicial.
Morales Solá sostuvo que “El contexto de 1976 no era el de hoy. Aún las personas que luego formarían la trágica saga de desaparecidos, en aquel año no eran consideradas como tales por ningún argentino que no estuviera en el corazón del poder militar”.
En respuesta a esa columna, López Echagüe escribió: “Resulta asombroso corroborar en estos días el temor que ha infundido en los grandes medios de comunicación el arresto de la señora de Noble. (...) ha sido Joaquín Morales Solá, columnista de La Nación y fiel escriba del diario Clarín en tiempos de la dictadura, quien ha elevado la hipocresía al grado de arte...”.
En otra parte de su texto, López Echagüe da cuenta de un asado que en marzo de 1976 compartieron con “el general genocida” Antonio Domingo Bussi, Leo Gleizer, René Sallas, Marcos Taire y Morales Solá entre otros periodistas. “Al cabo del ágape, el general obsequió a cada uno de los periodistas presentes un pergamino en el que agradecía ‘su colaboración en la lucha contra la subversión’. Sin ocultar el contento, Morales Solá tomó el suyo y acto continuo buscó el abrazo del general” agregó (Ver recorte al pie).
Las palabras de López Echagüe provocaron el enojo y la inmediata desmentida de Morales Solá, lo cual produjo, a su vez, una ampliación del tema por parte del primero:
He leído con suma atención la respuesta de Joaquín Morales Solá en la cual refiero, entre otros hechos, la conferencia de prensa que en marzo de 1976 organizó el general genocida Antonio Domingo Bussi, en San Miguel de Tucumán (...) La respuesta de Morales Solá, por su vaguedad, mueve al asombro. Cita el periodista de La Nación el mail que, efectivamente, me envió el 20 de diciembre, un mensaje escueto donde, entre otras cosas, dice: 'Lo que no puedo aceptar es el dato deliberadamente falso. Cuando se publicó tu libro sobre Bussi, te llamé (...) para desmentir categóricamente que yo haya estado en un asado con Bussi en Tucumán. Te dije más aún: en 1976 yo estaba en Buenos Aires y no en Tucumán.
Si ejercer el oficio de columnista político durante la dictadura, sometiéndose sin rodeo alguno a censuras, engañando, ocultando información, ya comporta una conducta digna de reproche, más llamativo resulta que el crecimiento de Morales Solá como periodista hubiera ocurrido, precisamente, al amparo de los dictadores.
Concluyendo
Más allá del caso puntual de Morales Solá, sería interesante que se abriera de una buena vez el debate sobre la participación de cierto periodismo en la etapa más oscura de la historia argentina. El propio López Echagüe lo menciona en la misiva referida al columnista de La Nación:
Algunos periodistas de Tribuna de periodistas hemos sido amenazados en su momento de manera aún más grosera que la que ha tocado en suerte a Morales Solá y nadie ha dicho nada al respecto.
Y es que, mientras algunos de los "próceres de la pluma" vitoreaban loas sobre al kirchnerismo al principio de su gestión, este periódico mostraba las primeras contradicciones de Néstor Kirchner y auguraba lo que vendría años más tarde, basado en su anterior mandato en la provincia de Santa Cruz.
El periodismo es así, miserable y corporativo. Sólo preocupado por un pequeño grupo de colegas que aún no han explicado por qué siempre estuvieron tan cerca del poder.
Christian Sanz
BASTA DE MENTIRAS Y MENTIROSOS. DENIGRAN A LOS GRANDES PERIODISTAS QUE TUVIMOS LA SUERTE DE ESCUCHAR Y LEER. USTEDES ESTAN AL SERVICIOS DE LOS GRANDES MEDIOS CORPORATIVOS, NO TIENEN NADA DE INDEPENDIENTES. SON REALMENTE POCA COSA...ESO SI: CON ÑLA BILLETERA LLENA. PABLO
Lo único que pretendo es que los argentinos conozcan toda la verdad. Y noto que en estos últimos tiempos se miente mucho, se tergiversa mucho y, lo que es más grave, se oculta mucho. La guerrilla iniciada aquí en la década del 60 y desarrolada en la década del 70 no nació por iniciativa netamente argentina. En esto mienten algunos autores que dan explicaciones totalmente faltas, por ejemplo: "nació como respuesta a la dictadura de Onganía, por haber éste conculcado algunos derechos vitales de los trabajadores" Nadie habla de los deseos de Fidel Castro y del Ché Guevara de pretender "exportar la revolución cubana a todos los países de américa latina a fin de "liberarlos". "Es necesario convertir a la Cordillera de los Andes en "Sierra Maestra" y crear en toda América Latina uno, dos, tres muchos Vietnam." En pleno gobierno democrático del Gral. Perón los guerrilleros marxistas atacaron la Guarnición de Azul con el fin de robar 20 toneladas de armas para alimentar a la guerrilla en Tucumán. Degollaron a un soldado que estaba de guardia, asesinaron al jefe del regimiento y a su señora esposa, en su huída llevan secuestrado al Coronel Ibarzábal. (unos meses después aparece su cadáver). El Gral Perón se puso furioso y pronunció un tremendo discurso que ahora es necesario leerlo no una sino varias veces. Es necesario también leer varias veces la carta de felicitación que el Gral. Perón envió a la Guarnición de Azul: "Uds. no están solos, es todo el pueblo argentino quien los acompaña. ...La lucha será larga, sin límites de tiempo, y no finalizará hasta que los últimos guerrilleros que van quedando sean exterminados uno a uno para el bien de la república" Tango muchos comentarios para hacer, pero finalizaré éste: El ex-Gral. Videla no tiene más culpa que el Gral. Perón. Y también me siento tentado en afirmar que los militares argentinos no tienen el l00 % de culpabilidad, ni los guerrilleros tienen el 100 % de inocencia.
Después del ataque guerrillero a la Guarnición de Azul,el Gral. Perón calificó a todos los guerrilleros de "mercenarios y enemigos de la patria, y son enemigos aunque levanten su bandera". Calificó a las Fuerzas Armadas como una de las instituciones nacionales. Y pidió la unión de todos los argentinos para "aniquilar y erradicar definitivamente a los subversivos antes de que sea demasiado tarde.". En la carta de felicitación que envió a la Guarnición de Azul Perón dijo: "Ustedes no están solos, es todo el pueblo argentino quien los acompaña....La lucha será larga y no finalizará hasta que los últimos guerrilleros que van quedando sean exterminados uno a uno para el bien de la república." Todas estas palabras, después del 20/01/74 no perdieron nunca su entera validez. Los guerrilleros siguieron siendo los mismos y las FF. AA siguieron siendo las mismas. La verdad hay que decirla toda. Una verdad contada a medias ya es una mentira completa. Los militares no tienen el 100 % de culpabilidad ni los guerrilleros marxistas tienen el 100 % de inocencia. Antonio Nour
Que pobre y miserable es Morales Solá. Que "hombre" lamentable. Claudio Loiseau DNI 10 089421