La versión empezó a correr como reguero de pólvora en las redes sociales en las últimas horas, sin solución de continuidad.
“Último momento. ¿Vos esperás que el lunes liberen la cuarentena? ¿Volver a ser el mismo? Lo lamento: a partir del lunes no podés sacar más los dólares del banco. Corralito 2020”. Tal el comentario de uno de los tuits que más se viralizó.
El rumor comenzó luego de que el periodista económico Carlos Burgueño confirmara en su cuenta de Twitter que, a partir del lunes, no se podrá retirar dinero de las cajas. No es casual la referencia: se trata del día que abrirán los bancos nuevamente en el marco de la pandemia del coronavirus. Lo harán de manera limitada.
Ello provocó el delirio de propios y ajenos, que salieron incluso a asegurar que el gobierno expropiaría los dólares —y otros valores— que están guardados en cajas de seguridad. Al mismo tiempo, compararon las situaciones de 2001/2002 y ahora. Como si se tratara de la misma coyuntura.
Sin tener en cuenta que entonces había una ley de convertibilidad y la emisión monetaria estaba limitada por ello. Amén de mil factores periféricos que hoy no se dan ni por asomo.
No es lo único que deberían tener en cuenta aquellos que pregonan el regreso del corralito. La palabra clave es “Covid-19”.
Las restricciones que hoy tienen las entidades financieras se deben a esa pandemia, nada que ver con aquello que estalló en los últimos meses de 2001.
Si fuera por ello, todos deberían preocupase también por los locales de comida, de ropa y hasta las perfumerías, que han restringido su atención a niveles extremos. Se insiste: el motivo es el coronavirus y la necesidad de que la circulación de personas se reduzca lo más posible.
A diferencia de lo ocurrido en tiempos de Fernando de La Rúa, el gobierno hoy no tiene problema alguno para emitir moneda. De hecho, lo está haciendo de manera sobrada, so pretexto del Covid-19.
Quien lo dude, solo debe saber que hasta ahora se han impreso 600 mil millones de pesos, lo cual representa una expansión de casi el 35% de la base monetaria.
No es el único indicador que debería tranquilizar: lejos de lo que ocurría allá por el 2001, cuando solo se permitía sacar un mínimo diario de dinero de los cajeros automáticos —entonces eran 250 pesos por día—, el gobierno acaba de autorizar que se incremente a 15 mil pesos la suma que se puede extraer en cada jornada.
Hay muchos más elementos que podrían mencionarse y que refutan cualquier chance de que vuelva el “corralito”, pero con lo antedicho debería bastar.
Lo importante ahora mismo es no insistir con algo que jamás ocurrirá y que solo sumará más paranoia a la que ya viene provocando el imparable coronavirus.
Quien escribe estas líneas ha refutado media docena de veces las pretensiones de quienes anticiparon corralitos que nunca terminaron de llegar. Desde 2005 hasta el día de hoy.
Lo que preocupa no es tanto el impulso de la fake news en sí, sino el hecho de que muchos de los que lo auguran sean reputados periodistas.
La función de los medios es informar a la sociedad para que esta pueda tomar sus decisiones con la mayor cantidad de herramientas posible. Esa información debe ser fiable. De lo contrario, se termina desinformando a la ciudadanía y, en tal caso, el daño que se hace es tremendo e irreparable.
Por eso, jamás hay que olvidar aquella célebre frase del escritor, poeta e ingeniero colombiano Jorge González Moore: “El verdadero periodismo debe ser constructivo”.
Contala como quieras pero esto se llama: #Corralito
— La Rebelión de los Mansos (@LechuzaPlanera) April 8, 2020
2001 2020 pic.twitter.com/8w722MGHQJ