Alberto Fernández suspira aliviado. Le preocupa el coronavirus, sí, pero sabe que, de no haber aparecido en escena, la economía se le hubiera complicado. En un año plagado de vencimientos, renegociaciones de deuda y demás problemáticas económicas.
El Covid-19 permite tapar los desastres que esconde la coyuntura, porque es la excusa perfecta para igualar “para abajo”. Si a todos los países les está yendo mal, ¿por qué a la Argentina tendría que irle bien?
Sin embargo, la excusa debe culminar en algún momento y, más temprano que tarde, habrá que volver a la normalidad. Entonces, cuando se empiece a disipar la bruma, ¿cuál será el nuevo pretexto?
Es bien cierto que la novedosa y letal pandemia ha sido responsable de gran parte del estrago económico-financiero argentino. No obstante, ya empezaban a visualizarse certeros inconvenientes referidos al “parate” de la actividad, la imparable inflación, la suba del dólar y la imposibilidad de avanzar en paritarias ajustadas a la realidad.
La coronavirus parece haber acelerado lo que ya parecía un camino imposible de sortear. Al cual se llegó por una suma de malas decisiones, no solo de este gobierno sino también del mandato de Mauricio Macri.
Como sea, preocupa el devenir en el corto/mediano plazo de la economía argenta, donde todo parece a punto de estallar. ¿Se disparará aún más el dólar? ¿Habrá hiperinflación? ¿Qué pasará?
Le pregunté anoche a mi amigo el economista Miguel Boggiano, por qué se disparó de golpe la divisa, para saber qué esperar. Aproveché para interrogarlo acerca de lo que pasará con la misma moneda.
Esto me dijo, con enorme paciencia: "Tiene que ver con el tsunami de pesos que están metiendo, y tenés un 'corral' en la práctica. La gente lo que hace es 'saltar el corral', porque sacan los pesos y lo mandan al blue o al contado con liquidación. Tenés un combo fatal: emisión brutal de pesos y frenada de bienes. Además nadie quiere pesos, se los sacan de encima. ¿Puede llegar a los $150? Sí, puede llegar a los 150. ¿Puede ir a 200? También. Puede ir a cualquier lado.
Por las dudas, llamé a otro amigo, el economista Manuel Adorni, quien me dio un panorama similar: “El gobierno emitió a lo estúpido, entonces vos te emitiste 600 mil millones de pesos. Lo que hace que la expectativa de inflación suba. Entonces, el que tenía ‘pesos blancos’ se está escapando porque sabe que el peso va a valer cada vez menos. Esa persona se va a al dólar liquidación o dólar bolsa. A su vez, el que tiene ‘pesos negros’ se va al blue. El tema es que el blue es un mercado chiquitito, que mueve el precio con dos mangos. O sea, no es la mejor referencia. Hoy lo que está pasando es un tema de expectativas, tenés muchos pesos, las tasas de plazo fijo te pagan el 26/27 cuando tenés una inflación de 60. Por eso, el que se puede cubrir con el dólar se cubre. Hoy mirás el futuro sentado encima del dólar”.
Por su parte, un tercer amigo, el mendocino Sebastián Laza me anticipó: "Se va a generar el famoso rulo financiero que es la gente que puede comprar los 200 dólares a valor oficial, a valor solidario y después venderlo en el mercado paralelo. La gente va a hacerse una diferencia".
Más claro, imposible… la implosión que viene parece inevitable en el contexto que mencionaron ambos especialistas.
Es como me dijo alguna vez un profesor de la universidad: “Cada diez años aproximadamente, la Argentina vive una crisis económica fuerte”.
Basta recordar lo ocurrido en 1975, 1989 y 2001… entre otras. Finalmente, Karl Marx se quedó corto cuando dijo que “la historia se repite dos veces…”.