Néstor Kirchner asumió el poder un 25 de mayo de 2003, hace exactamente 17 años. Eligió ese día, no por el aniversario de la Revolución de Mayo, sino porque, 30 años antes, en 1973, Héctor Cámpora había avanzado en un emblemático gesto que la “izquierda revolucionaria” guarda en su memoria RAM desde entonces.
Ese día, el entonces presidente de la Nación —puesto a dedo por Juan Domingo Perón— liberó a cientos de presos de la cárcel de Devoto. No se trataba de reclusos comunes, sino de militantes de agrupaciones como Montoneros y el ERP, que habían cometido delitos gravísimos que provocaron la muerte de muchísimas personas inocentes.
Por eso, el mismo día que asumió como Jefe de Estado, Néstor dijo una frase elocuente: “Volvimos”. Acto seguido, nombró a Esteban Righi como procurador General de la Nación. El mismo que 30 años antes, como ministro del Interior de Cámpora, había obrado el milagro de la liberación de terroristas.
La llegada de Kirchner al poder fue como un bálsamo que calmó las inquietas aguas de la política, convulsionadas luego del “que se vayan todos” que sucedió a la furiosa caída de Fernando De la Rúa.
Néstor parecía un político diferente y honesto, lejano del típico estereotipo local. Incluso se mostraba campechano y cercano a la gente.
Pero solo fue una cáscara, una mascarada para llevar adelante sus macabros planes, que lo llevaron a superar al menemismo en actos de corrupción y saqueo.
Sería injusto no mencionar que los K han hecho cosas positivas en su gobierno. Porque ciertamente han hecho muchísimo, sobre todo en lo referente a los derechos de los trabajadores. Pero el precio fue bien elevado. Los Ricado Jaime, los Aníbal Fernández, los Amado Boudou, etc... el desastre que han provocado esos personajes, no solo en lo concerniente a la corrupción, sino también al narcotráfico y el crimen organizado, ha sido superlativo.
Tribuna de Periodistas nació poco antes de la llegada de Néstor al poder, en marzo de 2003, como un capricho personal, la idea de hacer periodismo 100% independiente por parte de este cronista.
Como tal, este portal ha seguido de cerca todos los actos de gobierno de los K desde el primer día, e incluso fue impulsor de la desgracia de muchos de sus funcionarios —algunos de los cuales terminaron en prisión—, ya sea por las revelaciones periodísticas, ya sea por las denuncias judiciales llevadas adelante por quien escribe estas líneas.
Tal el caso de Boudou, a quien este periodista denunció en 2012 por enriquecimiento ilícito y que terminó tras las rejas 5 años más tarde por ese mismo expediente.
Por eso, este 25 de mayo es una fecha emblemática para todos los integrantes de TDP, porque es el recuerdo de todo lo vivido, incluso del estrepitoso fracaso del macrismo y el regreso de los Kirchner. Como si fuera parte de una misma continuidad.
Los mismos personajes que entonces hostigaban el trabajo de los cronistas de este portal, regresando como si nada. Incluso aquel que llamaba a la redacción molesto por las denuncias periodísticas, Alberto Fernández, con más poder que antes. De jefe de Gabinete a presidente de la Nación, sin escalas.
Es bueno recordarlo ahora mismo, porque la Revolución de Mayo fue justamente eso: un movimiento revolucionario, que decidió romper con los lazos de los que subyugaban a los argentinos.
El contexto ahora es otro, con otros tiranos y diferentes ciudadanos. Pero con la misma necesidad: la pulsión por la libertad.
No es poco.