“Cambia Mendoza supera al segundo y al tercero por más de 20 puntos. Nuestros números son de nuestra fiscalización. La diferencia nos llena de orgullo”, dijo ayer nomás Alfredo Cornejo mientras festejaba a rabiar la victoria de su espacio en las PASO mendocinas.

Entretanto, Omar De Marchi hacía lo propio: “Hay 3 puntos y medio de diferencia con Cambia Mendoza. El 74% está votando para que la provincia se ponga en acción”.

Ante ese cálculo, propios y ajenos se miraron sorprendidos: ¿Qué cuenta está haciendo el lujanino? ¿De dónde sacó esos números? ¿Se volvió loco de remate?

Anoche, el frente Cambia Mendoza, lograba el 44,10% de los votos generales. En tanto, La Unión Mendocina, liderada por De Marchi, obtenía 20,23%. ¿Entonces?

Desde el espacio de LAUM aseguraron a este portal que, en realidad, los votos “puros” de Cornejo son solo el 60% de ese 44%, lo cual le daría un 26,4%. El resto, habría ido a parar a Petri, quien hizo una campaña con críticas al otrora gobernador mendocino.

“Las proclamas de campaña de Petri son muy similares a las de De Marchi, que la provincia está en pausa, que hay que subir los salarios a los docentes, etc… esos votos no irán a Cornejo en las generales”, dijo una fuente de LAUM a Tribuna de Periodistas.

A su vez, hizo una cuenta en el aire: “Rodolfo Suarez ganó con el 51% de los votos en 2019. Ahora Cornejo logra el 44%, que terminan siendo el 26%, no tiene nada para festejar”.

¿Será así, tan lineal? ¿Los números son un tópico frío y predecible o hay alguna complejidad más indetectable?

Ciertamente, las preferencias electorales parecieran ser un poco más intrincadas, imprevisibles acaso. El voto depende de factores multicausales, mayormente emocionales.

La verdad será dicha en septiembre. Allí se verá si De Marchi tiene razón en festejar como lo hizo anoche, sobre todo con aquella sugestiva frase: “Arranca aquí el próximo gobierno de la provincia de Mendoza”.