Hace algunas semanas, la Dirección General de Seguridad Vial y la Organización No Gubernamental Acceso Ya, dieron comienzo a un operativo para escrachar y multar a los conductores cuyos autos obstaculizan las rampas para discapacitados de la Ciudad de Buenos Aires.
La movida fue realizada de manera sorpresiva en diversos puntos de la ciudad, con el objetivo es crear conciencia en los conductores. Por eso, además de una multa, que va desde los 200 hasta los mil pesos, los infractores debieron portar una calcomanía en el parabrisas de su auto con la leyenda “Yo tapé una rampa”.
Según publicó diario La voz del interior hace unos días, "en la primera jornada se reveló que de 32 rampas relevadas, 11 estaban obstaculizadas. La Dirección de Seguridad Vial porteña invitó a todos los ciudadanos que quieran denunciar este tipo de infracción a tomar una fotografía en la que se vea la obstrucción de la rampa y la patente del vehículo y enviarla con nombre, DNI y domicilio del denunciante por e-mail a dsvial@buenosaires.gov.ar. Las fotos enviadas se recibirán como denuncias y se utilizarán para realizar advertencias a los infractores."
Hasta aquí, todo bien, ya que la iniciativa es realmente elogiable. No sólo es una medida original, sino necesaria para aleccionar a aquellos que violan la ley, demostrando desinterés por el prójimo.
Sin embargo, el día 27 de junio de 2008, este periodista fue testigo de lo que puede verse en la siguiente foto.
Una camioneta del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires estacionó en la esquina de diagonal Norte —Roque Sáenz Peña— y Rivadavia, ¡obstruyendo una rampa para discapacitados!
Quien escribe estas líneas debió permanecer al menos 15 minutos hasta que apareció el chofer de la camioneta, quien no sólo no se hizo cargo de lo que hizo, sino que se enojó por la foto tomada.
Lo más increíble es que la escena transcurrió a pocos metros del edificio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ante la más elocuente indiferencia de las fuerzas de seguridad apostadas allí.
Como diría mi abuela, "Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago".