En 13 de septiembre de 2008, Tribuna de periodistas publicó en exclusiva un documento secreto firmado entre el megadenunciado interventor del Instituto de Lotería y Casinos de la provincia de Buenos Aires, Luis Alberto Peluso —junto a su asesor Roberto Martínez— y representantes de diferentes entidades gremiales e instituciones vinculadas a la actividad hípica (1).

Se trató de un acta acuerdo que intentó forzar la instalación de máquinas “slots” en los Hipódromos de La Plata y San Isidro, bajo el pretexto de "sustentar y paliar la grave crisis que vive dicho circo hípico, y en beneficio de la industria hípica en general".

El revelador documento anticipó lo que sucedió hace pocos días, cuando el gobierno de Daniel Scioli quitó la concesión a la empresa Codere en la explotación del Bingo de la ciudad de La Plata. La movida fue promovida por Néstor Kirchner en favor de su socio Cristóbal López, para que este pueda colocar sus máquinas tragamonedas en el hipódromo platense. Es dable mencionar que, de acuerdo a la legislación actual, estando en funcionamiento el referido bingo, esto no era posible.

El día de ayer, diario La Nación hizo una mención tardía al mismo documento (2), asegurando que: "un acta a la que accedió La Nación que firmaron Peluso y los gremios del sector señala: 'La totalidad de las representaciones gremiales e institucionales solicitan la urgente instalación de máquinas slots en el Hipódromo de La Plata para sustentar la grave crisis que vive el circo hípico. El mismo requerimiento se hace extensivo al Hipódromo de San Isidro'."

Más allá de la firma de la lesiva acta, no dejó de llamar la atención que Scioli haya obedecido mansamente la orden del ex primer mandatario, aún cuando sabe que con su acción está permitiendo el lavado de dinero de negocios espurios.

Lo antedicho no debe analizarse aisladamente, sino como parte de una serie de medidas que, aunque suene tremendista, ponen en riesgo el futuro de la Argentina. La ley de blanqueo de capitales, la moratoria impositiva, la nueva ley del juego —que convierte en un "viva la pepa" la actividad—, el descabezamiento de diversas oficinas gubernamentales de control de la corrupción, la despenalización de la tenencia de drogas y otras medidas, han puesto en seria vulnerabilidad a la República y prometen traer consecuencias devastadoras a mediano plazo. Baste ver los ejemplos de México o Colombia en los años 80.

Los dirigentes vernáculos parecen ignorantes a este diagnóstico, lo cual lleva a preguntarse ¿están a la altura de las circunstancias o intentan llevar a la Argentina a un precipicio ex profeso?

Scioli sabe en qué se ha metido, toda vez que sus propios ministros y asesores le han advertido sobre el crecimiento exponencial de las mafias y el narcotráfico en la provincia que gobierna.

Los Kirchner lo saben más aún, ya que han puesto en funciones —y protegen— a media docena de funcionarios que están fuertemente relacionados con la venta de estupefacientes. Dos de ellos son ministros de la Nación.

Así va la Argentina, camino a un callejón sin salida, al cual ha sido arrastrada por un grupo de delincuentes que sólo se preocupan por crecer patrimonialmente, sin interesarles el futuro del país.

Una verdadera pena.

Christian Sanz

(1) https://periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=4343
(2) http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1086474