Otra vez sopa. ¿Hasta cuándo se va a tomar el pelo a la sociedad respecto al falso secuestro de Leonardo Bergara? La causa judicial se resquebraja cual hoja de otoño, día tras día. El papelón de haber mostrado una historia que resultó siendo falsa como una moneda de tres pesos, parece no tener fin.
En las últimas horas, un nuevo "perejil" fue detenido en la localidad balnearia de Villa Gesell en el marco de la investigación por el ajuste de cuentas, perdón por el secuestro de Bergara, liberado el 24 de enero tras permanecer 33 días cautivo, luego de ser raptado el 22 de diciembre en su casa de Ranelagh.
Fuentes policiales informaron que el sospechoso es el primer perejil civil detenido en la investigación del secuestro de Bergara, por la cual ya hay detenidos otros perejiles, pero policías.
La historia es tan obvia y poco creíble que, en poder del detenido se encontró un teléfono celular desde el cual los captores se habrían comunicado con la familia del empresario para pactar el pago del rescate concretado en la ciudad balnearia de Pinamar.
La vivienda del sospechoso ya había sido allanada días atrás, cuando se secuestró el celular, pero en su momento tanto la fiscal federal de Quilmes Silvia Cavallo como el juez Luis Armella no habían encontrado elementos de prueba suficientes como para detenerlo.
¿Cómo pueden haber sido tan imbéciles todos los que secuestraron a Bergara? ¿Se trató acaso de la banda de los idiotas?
Supuestamente, la vinculación del perejil, perdón, del detenido con la causa está relacionada con el proceso del pago de los 230.000 dólares y joyas entregados por Gustavo Bergara, hermano del empresario, a los secuestradores en el balneario "La Frontera" de Pinamar.
Es dable recordar que el hermano del "empresario" había sido orientado telefónicamente por los captores para que se dirija hacia la zona balnearia después de hacerlo pasar por varios lugares y una vez en Pinamar, le dijeron que se dirija a un parador de una de las playas. Eso sí, siempre solo y lejos de la observación de las fuerzas de seguridad.
Ahora viene lo mejor: una vez ahí, le dijeron que había algo para él y al llegar al lugar indicado, escuchó casualmente el sonido de un teléfono celular por lo que atendió y oyó la voz de uno de los captores que le dio más precisiones para llegar al balneario.
Bergara, de 37 años, fue supuestamente secuestrado el 22 de diciembre pasado en Ranelagh y liberado 33 días más tarde en una vivienda de la localidad bonaerense de El Pato, después de que su familia asegurara —no hay evidencia de ello— haber pagado el oportuno rescate.
Hasta ahora, se ha demostrado que el secuestro no ha sido real, sino un pase de facturas que en realidad tuvo como destinatario a su hermano, Gustavo Bergara, por haberse quedado con dinero que no le correspondía.
La trama, que no tiene nada que envidiar a ningún culebrón centroamericano, involucra a políticos y policías corruptos, empresarios ignotos y narcotraficantes de la zona de Quilmes.
La situación se ha vuelto tan inmanejable que el juez del caso, Luis Armella, se tomó licencia por lo que fue reemplazado por un subrogante: Alejandro Taraborelli, secretario de Asuntos Jurídicos de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y vicepresidente del Colegio de Abogados de ese partido del sur del Gran Buenos Aires.
Más temprano que tarde, la situación hará implosión y se llevará consigo a más de un personaje de relevancia política vernácula.
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Christian Sanz
Estimado Christian, soy Sandra esposa derl Sr. detenido en Gesell y me gustaria ponerme en contacto contigo, ya que lo q decis es tan cierto como q hay un sol y una noche, Gracias por tu comentario