En otro operativo de película, el juez federal de Zárate-Campana Federico Faggionato Márquez hizo detener a dos empresarios del sector farmacéutico en el barrio porteño de Caballito por la importación de casi 10 toneladas de efedrina, materia prima en la fabricación de drogas sintéticas.
Así lo informó esta mañana el comisionado Honorio Rodríguez, titular de la Delegación de Tráfico de Drogas Ilícitas del distrito Zárate–Campana, a las puertas de la casa allanada, ubicada en el número 818 de la calle Cucha Cucha.
Los detenidos, según fuentes del caso, fueron identificados como Alfredo Abraham y Guillermo Manfredi, que supuestamente dirigen la empresa "Farmacéuticos de Argentina", sindicada como la firma que el año pasado importó 9.800 kilos de efedrina.
¿Es esto real o será como las anteriores detenciones espectaculares de Faggionato, que luego han culminado con la —nunca publicitada— liberación de los detenidos? ¿Quién logra que no se investigue a las droguería Josué y —la desaparecida— Todofarma, detrás de la cual hay importantes funcionarios kirchneristas?
Y caben aún más preguntas: ¿es casual que el allanamiento se haga a horas de que apareciera acribillado un ciudadano colombiano en un confuso episodio en San Fernando?
Es dable mencionar que el payasesco Faggionato Márquez siempre aparece cual salvador del kirchnerismo, cuando las papas queman, haciendo operativos de novela que finalmente quedan truncos.
Un dato que no debe perderse de vista: a principios del año 2008, la embajada de Estados Unidos advirtió sobre el ingreso al país de una docena de foráneos narcotraficantes con frondosos prontuarios delictivos. Nada se hizo con la información aportada y poco después ocurrió la masacre del Shopping Unicenter y otras similares.
¿Qué más debe suceder para que el oficialismo admita que hay sicarios en la Argentina? ¿Cuánto más va a tolerarse en total pasividad antes de terminar con México o Colombia?
La ineficiencia del kirchnerismo respecto al tema drogas, es descomunal. De tan sintomático, hasta parece adrede.