Primero nos desmintieron, luego cambiaron la denuncia, después se echaron atrás; más tarde operaron a través del diario Página/12 —con la oportuna y vergonzosa pluma de Horacio Verbitsky— y finalmente confirmaron lo que publicó Tribuna de periodistas.

Según informa diario La Nación en su edición del día de la fecha, la Aduana finalmente presentó un escrito firmado por su directora, María Silvia Tirabassi, en la Justicia, "informando" que Francisco De Narváez "aparece mencionado en una causa judicial por contrabando de CD y DVD. Dijo que figura como quien realizó tres llamadas telefónicas hace tres años al celular del empresario Mario Segovia, ahora preso como el mayor traficante de efedrina del país. Y reiteró un pedido para que el diputado fuera llamado a declarar como testigo en esa causa".

Es dable mencionar que el 31 de marzo pasado, con una precisión casi quirúrgica, quien escribe estas líneas advirtió la operación kirchnerista. No sólo se aseguró que era inminente la denuncia, sino que se anticipó que Tirabassi era una de las autoras de la iniciativa.

Así se dijo: "En el día de ayer, lunes 30 de marzo, a las 17 hs., en dependencias de la Aduana, el titular de la AFIP, junto a la directora General de esa dependencia, Silvina Tirabassi, ha comenzado la redacción de una denuncia judicial por tráfico ilegal de efedrina contra el colombiano candidato."

Asimismo, se dijo que "el texto de la embestida contra De Narváez se dará a conocer en las próximas horas y será el puntapié inicial de una sucia campaña política por parte del oficialismo."

Más allá del oportuno anticipo de este medio de información, es preocupante la actitud oficial, especialmente cuando se recuerdan operaciones de prensa similares efectuadas en vísperas de comicios anteriores. Tal ha sido el caso de lo sucedido con el candidato Enrique Olivera cuando, en el marco de las elecciones legislativas de 2005, se aseguró que poseía una abultada cuenta en el Banco HSBC, dato que fue desmentido, casualmente, luego de que pasaron las elecciones y su imagen había sido severamente deteriorada.

También es grave la operación de ciertos medios de prensa afines al gobierno, como Página/12 y agencia Télam, más parecidos actualmente al Boletín Oficial que a usinas de información honesta.

Más allá de cómo pueda calificarse la operación del kirchnerismo, lo cierto es que muestra a las claras la desesperación oficial por lo que parece ser un futuro lleno de nubarrones de cara a los comicios de junio de 2009.

No es poco.