Se acerca el 28 de junio sin prisa, pero sin pausa, y los candidatos intentan improvisar baterías de medidas de toda índole para no quedar fuera de carrera antes de que arranque la contienda.
En ese contexto, debe admitirse que el macrismo está a la cabeza de las ideas originales. En las últimas horas, empleados de diversos ministerios y secretarías dependientes del Poder Ejecutivo de la ciudad de Buenos Aires, han sido anoticiados acerca de la inminente capacitación para hacer un "timbrazo" en favor de los candidatos del PRO. Esto es, ir puerta por puerta tocando el timbre de los vecinos porteños explicando las "bondades" del macrismo.
Los empleados —la mayoría de ellos bajo "contrato de trabajo encubierto", ya que están obligados a facturar sus servicios— estaban en las últimas horas indignados, ya que implícitamente han sido coaccionados a hacer campaña a favor del oficialismo de la Ciudad, independientemente de sus preferencias electorales personales. "¿A vos te parece que yo tengo que ir a hablar bien de Macri, el cual no es santo de mi devoción, y encima hacerlo en horario de trabajo?", preguntó retóricamente y con enojo un joven trabajador del Ministerio de Salud porteño a este medio.
Lo cierto es que el casual informante, al igual que otros "empleados" de la ciudad de Buenos Aires —algunos de ellos trabajadores anteriores a la llegada del macrismo— deberán concurrir el próximo lunes 27 de abril a las 15 hs a una sorpresiva capacitación en Av. Belgrano de esta Capital Federal. Allí les indicarán, no sólo cómo será el "timbrazo", sino cómo deben argumentar las bondades del jefe de Gobierno porteño y sus adláteres, más allá de sus eventuales diferencias o coincidencias.
Pero lo más grave no tiene que ver con el agrado o desagrado de los involuntarios militantes político-partidarios, sino con la posibilidad de que se cometa un oportuno delito penal relacionado a la "administración fraudulenta" de recursos públicos, ya que se utilizará a empleados municipales, en pleno horario de trabajo, para hacer campaña en favor del partido gobernante en la ciudad de Buenos Aires.
Sólo cabe preguntarse: ¿habrá algún fiscal de oficio que se anime a avanzar sobre este tema?