Hace unas horas, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) desestimó el valor de las cifras de casos de la gripe A, aduciendo que ya no reflejan la "situación real de transmisión" del virus, y admitió cierta desorientación acerca de su comportamiento.
Según ha publicado en el día de la fecha diario La Nación, "la directora general de la OPS, la argentina Mirta Roses, hizo esa apreciación un día después de que la Argentina notificara 137 muertes por la enfermedad, cifra que ubica al país en el segundo lugar en el mundo en cantidad de decesos después de los Estados Unidos, con 211. Las estimaciones oficiales sobre contagios en el país ascienden a 120.000 casos, un número muy superior al de países vecinos".
La opinión de la OPS fue difundida en una reunión de ministros de Salud de la región, celebrada en Buenos Aires y poco después de que la presidenta Cristina Kirchner manifestara su disgusto con "esos rankings" sobre muertes, tras señalar que en la Argentina se informan "realmente los números" de las víctimas, en alusión a posibles demoras o retaceos de la información en otros países.
A ese respecto, es dable mencionar que este periódico ha sido el primero en anunciar —mucho antes de las elecciones del 28 de junio pasado— que se estaban manipulando las cifras de los afectados por la gripe A (H1N1). Incluso se han aportado a la Justicia planillas secretas del Hospital Posadas que demuestran cómo se han tergiversado los números de infectados por la influenza.
En el mismo sentido, en las próximas horas serán presentados en el mismo expediente una serie de documentos concluyentes que demuestran que el kirchnerismo fue advertido oportunamente sobre el avance de la mal llamada "gripe porcina" (Ver evidencia al pie del presente artículo). Uno de ellos es el Decreto 644/2007, donde se puntualiza sobre la necesidad de un "plan integral de preparación para una posible Pandemia de Influenza". Es un documento oficial del año 2007, luego reforzado por otras advertencias de expertos en la materia al Gobierno de los Kirchner.
Ya en esos días, se notificó al oficialismo y al Ministerio de Salud que la influenza "en períodos epidémicos varía entre 10 al 20% en población general pero puede elevarse al 50% en comunidades cerradas. Las tasas de morbilidad más elevadas se esperan en los grupos de edad que incluyen a los niños y jóvenes llegando a valores del 35% aproximadamente".
Asimismo, se advirtió que "la responsabilidad del manejo del riesgo de una pandemia de influenza es de las autoridades nacionales", agregando que "su misión consiste en hacer el mejor uso de los recursos disponibles para reducir la extensión de la enfermedad, prevenir la ocurrencia de situaciones de emergencia secundarias y aplicar medidas que contribuyan a controlar el pánico en las poblaciones afectadas".
Como puede verse, el gobierno argentino no estuvo a la altura de las circunstancias respecto a la advertencia de los expertos y sólo se ocupó de esconder los números reales de infectados y muertos. Tal es así, que se sospecha que el llamado al diálogo con la oposición de las últimas horas tiene estrecha relación con este tema —y otros—, ya que el expediente mencionado compromete cada vez más a la pareja gobernante.
Aún el Gobierno no ha podido refutar ninguna de las pruebas aportadas y permanece en su necia posición de negar la realidad. La pregunta consecuente cae de madura: ¿hasta cuándo servirá esa estrategia?
Christian Sanz