En al menos dos oportunidades, Tribuna de periodistas ha puesto la lupa sobre Sergio Guardia, intendente de Villa Merlo, San Luis, por sus desaguisados a través de su cargo oficial. Negociados inmobiliarios, pedidos de coima y encubrimiento a funcionarios corruptos, son sólo algunos de los señalamientos que hizo este medio (1).

    En consonancia con lo aquí denunciado, en las últimas horas, el Concejo Deliberante merlino decidió por unanimidad demandar civil y penalmente a Guardia y a su secretario de Planeamiento, Luis Leiría, por haber cometido más de dieciséis irregularidades en la autorización para construir un complejo habitacional; entre las que se incluyen, falsificación de planos; violación serial de ordenanzas y falta de cumplimiento a innumerables disposiciones vigentes.

    Este nuevo escándalo se suma a una larga lista de irregularidades y de falta de apego a la ley por parte de un puñado de corruptos funcionarios, cuya cabeza visible es Guardia, quién cuenta en su haber con otras quince demandas penales y un Juicio de Destitución que milagrosamente pudo sortear.

    La tranquila villa serrana vive en estos momentos una situación de verdadera indignación por parte de sus habitantes, que ve con perplejidad cómo su Intendente pisotea permanentemente la legislación con el más absoluto desparpajo.

    Como si esto no fuera suficiente, se agregó al culebrón de marras una burla macabra: hace minutos, Guardia presentó una nota ante el Concejo Deliberante ofreciendo la renuncia de Leiría, pretendiendo ponerse al frente de la investigación.

    Sería interesante escuchar lo que tienen que decir ahora aquellos funcionarios que presionaron en su momento a este cronista, saturándolo con cartas documento y aprietes telefónicos de bajísima calaña.

¿Y los medios?

    Como no podía ser de otra manera, la corrupción municipal contó con el silencio cómplice de algunos importantes medios de Merlo. Por caso, si bien el canal local pasó notas sobre este tópico, lo ha hecho dando espacio a los que se defendían desde el municipio y poco lugar a los denunciantes. "Las pocas veces que se transmitió en directo, cuando se hablaba de que Guardia era el mayor responsable, había un ruido que no dejaba escuchar nada; si no mandaban la publicidad", admitió a este periódico un colega de San Luis.

    Es dable mencionar que el canal pertenece a la Cooperativa Telefónica de Merlo, sospechada de administración fraudulenta —durante 2008 perdió la friolera de 440 mil pesos— y que sólo transmite un par de horas por día.

    En sentido opuesto, cabe destacar el trabajo de FM 90.9, la única que siguió de cerca y de manera honesta todos los detalles de este escándalo, de la mano de los colegas Pepe Fernández Espósito y Osvaldo Villares.

    Ambos, representan una luz de esperanza en una profesión harto devaluada como es el periodismo de hoy.

Christian Sanz

(1) Ver https://periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=4917