En diciembre de 2009, muchos se esperanzaron en el marco del expediente que investiga el Triple Crimen de Gral. Rodríguez de 2008, luego de que el fiscal de Mercedes, Juan Ignacio Bidone, embistiera contra los hermanos Víctor y Marcelo Schillaci, Cristian y Martín Lanatta, y los pusiera tras las rejas.
Poco después llegó la decepción, cuando el mismo funcionario advirtió, sin que nadie se lo preguntara, que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, nada tenía que ver con el múltiple asesinato. ¿A qué se debió semejante aclaración?
Pocos saben que, luego de la detención de los hermanos Lanatta, hubo una oportuna gestión por parte del kirchnerismo para que el expediente se congelara por completo.
Tribuna de periodistas lo anticipó en octubre de 2009, mucho antes de que Bidone se guardara a silencio: “A pesar de que existe evidencia concluyente para detener de inmediato a los autores intelectuales del expediente de marras, el fiscal Juan Ignacio Bidone ya ha pactado con el kirchnerismo —apriete personal de por medio— no llegar hasta lo más alto de la causa de marras, sino detener a un par de personajes menores y finalizar allí su desempeño profesional”, aseguró quien escribe estas líneas.
El dato no fue casual: surgió de importantes fuentes judiciales que fueron testigos de la gestión oficial ante Bidone y su aceptación de no avanzar más.
Esas mismas fuentes han admitido ahora a este periodista que
Mientras los rumores crecen, Bidone intenta atajarse por lo que vendrá y ha llamado a reunirse, de manera reservada, a los abogados de los familiares de las víctimas del Triple Crimen para introducirlos respecto a la polémica decisión de los camaristas.
El fiscal sabe, mejor que nadie, que los días venideros serán aciagos para el expediente que tramita en su despacho.
Christian Sanz