“Soy un preso político”, dijo Gabriel Brito mientras era detenido por la policía en el marco de una supuesta extorsión hacia un ex funcionario de
Es una pena, porque Brito bien podría haber ofrecido reveladores datos —y pruebas documentales—que impulsaran la investigación de esa misma mafia, ya que conoce todas sus aristas: la pata política, la impronta financiera —a través de ciertas cooperativas “truchas”— y la red de droguerías que operaron en detrimento de la salud social a cambio de supuestos aportes a la campaña del Frente para
Sin embargo, a
A esta altura, cabe preguntarse, ¿será Brito el chivo expiatorio donde culminen todas las indagaciones?
El principio fue el verbo
Aunque la investigación de la mafia de los medicamentos arrancó a partir del año 2008, la realidad indica que el mismo sistema ya se ha implementado con éxito al menos en dos oportunidades anteriores: en 2003 y en 2005. La primera vez fue para la campaña que llevó a Néstor Kirchner a la primera magistratura; la segunda, fue la que llevó a su esposa a la senaduría por la provincia de Buenos Aires.
El kirchnerismo intenta de toda manera posible que nadie pregunte jamás por la lista de aportantes de esos años, ya que quedará demostrado que casi todos los nombres y montos son idénticos a los que investiga hoy
Si esto puede parecer una coincidencia, cabe destacar que el circuito ha sido siempre el mismo: el recaudador ha sido el propio Capaccioli, hombre de enorme confianza del kirchnerismo —puesto por Alberto Fernández sin tener mérito alguno para ese cargo—, y la principal firma aportante ha sido San Javier, perteneciente al oscuro Néstor Lorenzo.
Esto abre interrogantes espinosos para el kirchnerismo: ¿Cómo podría explicar que se permitió durante años la adulteración de medicamentos a cambio de fondos de campaña? ¿Quién se hará cargo de la cantidad de personas fallecidas por haber sido inyectadas con remedios que no tenían principio activo alguno?
El día que haya que responder esas preguntas, más de uno tendrá serias dificultades para explicar lo inexplicable.
Lo que vendrá
Ayer a las 13.15 horas, Brito presentó ante el Juzgado Federal N°5 un oportuno pedido de excarcelación. Allí, el empresario hace hincapié en que padece de diabetes y que no ostenta antecedente judicial alguno, lo cual lo libera de toda peligrosidad para poder estar libre.
Asimismo, recuerda que ofreció su testimonio de manera voluntaria en el pasado y con eso intenta echar por tierra la idea de que quería extorsionar a alguien en particular.
Es más que probable que
No es poco.
Christian: quien viene investigando?, la Justicia u Oyarbide?, porque creo que no son sinónimos. Otra cosa: este señor Brito, no corre peligro también de "suicidarse"?, o de sufrir un "accidente ferroviario"?. Saludos.