"Nosotros, en principio, no estábamos obligados a saber cuál era el origen de los aportes", indicó Randazzo a partir de las declaraciones en sede judicial de Gabriel Brito -aportante de la campaña de Cristina Fernández de Kirchner- y quien involucrara a Héctor Capaccioli, ex titular de
Incluso, el funcionario fue más allá al asegurar que la llamada "mafia de medicamentos" y el caso de los aportes de campaña "son dos temas diferentes", intentando atomizar el escándalo para atenuar el impacto.
"La falsificación de medicamentos, en una causa que está llevando adelante (el juez federal Norberto) Oyarbide, es repudiable. De confirmarse que eso finalmente ocurrió es una inmoralidad", dijo el ministro en declaraciones radiales.
Y "por otra parte, pareciera ser que hay algunos empresarios que están involucrados en esta causa que fueron aportantes a nuestra campaña. Son dos temas diferentes" agregó el ministro del Interior.
Las palabras de Randazzo son poco creíbles, toda vez que la propia ex ministra de Salud, Graciela Ocaña, le informó Cristina Kirchner lo que estaba ocurriendo con las mismas droguerías que hoy están bajo sospecha. En diálogo con este periodista, la ex funcionaria admitió que le dio a la primera mandataria los detalles de los expedientes que tramitaban en su propia cartera. “Nunca nadie hizo nada, tal vez porque uno de los nombres que aparecía allí era Hugo Moyano”, aseguró Ocaña.
En sentido similar, opinó Gabriel Brito, hoy detenido en el marco de la causa judicial que investiga la trama de los medicamentos adulterados: “Yo le avisé a Aníbal Fernández en su momento, con lujo de detalles, y nunca hizo nada. Sólo se ocuparon de perseguirme a mí”.
El asesinado Sebastián Forza, acribillado a balazos en agosto de 2008, aseguró a quien escribe estas líneas que el kirchnerismo conocía con lujo de detalles el origen de los fondos de campaña y los desaguisados cometidos por las droguerías que hoy investiga
Como reveló Tribuna de periodistas, no es la primera campaña del Frente para
Christian Sanz