Pocos saben que hoy lunes a las 10 hs se realizará el peritaje balístico en torno al denominado “triple crimen” de general Rodríguez. Allí, se intentará determinar si Martín Lanatta, principal sospechoso del referido hecho, estuvo involucrado en su autoría material.
De manera similar, se tratará de reconstruir la manera en que los jóvenes asesinados —Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina— perecieron.
Se peritarán armas secuestradas y se cotejarán proyectiles, entre otras medidas.
En otro orden de cosas, la Sala III del Tribunal de Casación Bonaerense, presidida por el inefable Daniel Carral —ex integrante del estudio Righi y ampliamente denunciado por este periódico por ser defensor de varios funcionarios corruptos del kirchnerismo—, resolvió el pasado 4 de noviembre declarar la “inadmisibilidad” formal de los recursos planteados por la defensa del único detenido Martin Lanatta, a la vez del deducido por el Ministerio Publico Fiscal. En buen romance, los jueces se han “lavado las manos”.
Hay que decir que el Ministerio Fiscal guardaba serias expectativas que el recurso fuera tratado por el Tribunal de Casación.
En efecto, la fiscalía a cargo de Juan Ignacio Bidone considera que la liberación de tres de los cuatro detenidos e imputados en la causa revestía una cuestión de suma trascendencia y gravedad institucionales que merecía la intervención del Superior Tribunal, mientras que el letrado que representa a la familia Bina, y a la viuda de Leopoldo, María Verónica Colombo, Alejandro Sánchez Kalbermatten, pedirá la nulidad de dicho pronunciamiento por contar con solo dos firmas de los tres integrantes del mencionado Tribunal.
Y tambien por no haber contado dicha Sala III —presidida por un ex integrante del estudio Righi, Dr. Daniel Carral—, con las actuaciones principales, que son aproximadamente 50 cuerpos mas una docena de legajos cuya lectura y estudio eran inevitables para arribar a un pronunciamiento valido. El aludido abogado expresó su decepción ante el "lavado de manos" de la Sala III —irregularmente constituida— para tratar una causa tan resonante, por la perversión y crueldad de los asesinatos, y el marco de impunidad que se quiere de la misma.
¿Seguirá presionando el ministro más poderoso del gabinete kirchnerista para que su otrora mano derecha —Lanatta— quede en libertad? ¿Persistirá el temor de que este último hable de más e involucre al propio gobierno en el triple crimen?
Por ahora, preguntas sin respuesta.
Christian Sanz
Anibal Fernandez, no sabe, no contesta. Son perversos. Caradura