El pasado 21 de enero, Tribuna de Periodistas publicó un informe titulado “Droga a España: esposas de oficiales de la base Morón cuentan su verdad”, donde aparecieron detallados nombres y hechos hasta entonces desconocidos en torno al “armado” del avión que apareció en España el día 2 del mismo mes con 944 kilos de cocaína.
El documento se verificó con dos de las fuentes que lo confeccionaron y se publicó tal cual fue redactado, obviamente reservando el nombre de las personas que lo elaboraron. Al mismo tiempo, se aportó a la Justicia como una posible pista a seguir, la cual, a poco de indagarse, se descubrió, aunque incompleta, totalmente real.
Baste recordar que el encargado de la base aérea de Morón, Jorge Ayerdi, fue relevado justo después de que su nombre apareciera en ese paper. Lo mismo ocurre ahora con la citación judicial a 18 miembros de la Fuerza Aérea, la mayoría de los cuales han sido mencionados en el mismo documento y que hoy están en el ojo de la tormenta. Uno de ellos es el vicecomodoro Jorge Tomasoni.
En tal sentido, en el informe de marras, se asegura que “la droga estaba alojada en un depósito del hangar numero uno incendiado, cuya llave solo la tenía el jefe del hangar, el vicecomodoro Thomasoni (mal escrito, pero es la misma persona). Esta droga llega al hangar en los aviones civiles que se guardan allí adentro, el LVZNO un C172 de propiedad del brigadier Sergio Gustavo Mayor, director general de personal, y en el LVIFI C205 de propiedad del comodoro Maistegui.”
No casualmente, Maistegui y Mayor son dos de los 18 oficiales citados por la Justicia. No solo porque aparecen en el documento referido, sino porque se comprobó que es imposible que desconozcan qué ocurrió en Morón el día que se cargó la droga en el Challenger de los hermanos Juliá.
Repercusiones y algo más
En su edición de hoy, diario Clarín habla del informe publicado por Tribuna, confirmando que se trata de una de las pistas con la que cuenta la Justicia en estas horas. Si bien lo menciona como “una versión anónima de los hechos circula por e-mails”, el documento es el mismo que vio la luz el pasado 21 de enero por este medio y que fue enviado ad infinitum por los lectores de este sitio vía correo electrónico.
Lo interesante del caso, es que el matutino destaca que el informe ha sido confeccionado por un “grupo de esposas preocupadas por nuestros maridos que trabajan en la [citada] base”, tal cual fue titulado por Tribuna para proteger a los autores del mismo.
Como puede verse, la verdad va abriéndose camino día a día. Solo falta a la Justicia indagar sobre la “pata política” del asunto. Es más que obvio que jamás podrían haberse traficado tamaña cantidad de narcóticos sin la complicidad de funcionarios de primer nivel del Gobierno.
Una pista: la mayor parte de esa droga fue “tramitada” oficialmente en Mar del Plata, con la “venia” de referentes justicialistas de esa ciudad balnearia.
Por lo pronto, hay un importante ministro de la Nación que se ha llamado a silencio. A sus allegados les jura que hablará recién después de que se levante el secreto de sumario en España. Todo un síntoma de lo que se viene.