El próximo 15 de marzo se cumplirán 16 años de la muerte de Carlos Menem Jr, hijo del entonces homónimo presidente de la Nación. A pesar del tiempo transcurrido, aún no se ha podido determinar a nivel judicial qué ocurrió ese día, cuando el helicóptero en el que viajaba el vástago presidencial cayó en el Km 211,5 de la ruta 9, a la altura de la ciudad de Ramallo provocando su deceso.
Pocos saben que en el marco de esa investigación han muerto más de diez testigos —“casualmente”, todos los que aseguraron que se había tratado de un atentado— y que dos peritajes diferentes demostraron que había impactos de bala en el fuselaje de la nave.
Para refrendar esos estudios, oportunamente Zulema Yoma, madre de Carlitos Menem, pidió la intervención del FBI, medida que fue aceptada por la Justicia y para lo cual se enviaron todos los elementos de prueba a Estados Unidos.
Sin embargo, en las últimas horas, el organismo norteamericano parece haber cambiado de parecer, ya que habría manifestado su repentino desinterés por hacer el peritaje de marras. "El FBI nos ha hecho perder al menos tres meses en ésta ya muy larga investigación, que ahora se rehúsa a efectuar dando motivos crípticos ", dijo en un comunicado el abogado Juan Gabriel Labaké, abogado de Zulema Yoma.
Si bien lo ocurrido podría parecer extraño, no lo es en absoluto si se lo contextualiza con el expediente que indaga sobre la muerte de Menem Jr. Allí han ocurrido las cosas más extrañas que jamás podrían imaginarse, desde la liberación del elemento principal de prueba —el helicóptero en el que viajaba el joven, el cual fue desguazado el mismo día de acaecido el hecho— hasta el abandono sufrido por Carlitos por parte de su propia custodia ese mismo día.
Incluso existe una carta certificada que un mes antes de la muerte del joven Menem aseguró que este fallecería a causa de un atentado. Ese documento fue refrendado por Carlos Corach, entonces ministro del Interior del menemismo, quien no supo explicar por qué no se le dio importancia a su contenido.
Es en ese raro contexto que se da este nuevo hallazgo, el del rechazo del FBI a realizar el peritaje de las tomas del helicóptero. El abogado Labaké (1) planteó que "ahora, ese organismo oficial de EE.UU. nos sorprende con la presentación de un escrito, en el que informa oficialmente que por 'razones relacionadas con los protocolos de evidencias y el ámbito del laboratorio del FBI', no realizará la pericia solicitada (sic)".
Al tiempo que se termina de escribir el presente artículo, el letrado prepara una nueva medida: citar a los tres grupos de peritos que han actuado, la Fuerza Aérea, la Gendarmería Nacional y los peritos de parte Jorge Locles y Enrique Prueger a efectos de analizar las más de mil fotos reunidas en el expediente e intentar elaborar un dictamen único.
Es esperable que la medida pueda llevarse adelante sin que ocurran más hechos extraños. Tal vez de esa manera pueda saberse finalmente qué pasó aquel fatídico día de marzo de 1995, cuando la mafia pareció dar un duro mensaje al entonces presidente de la Nación, Carlos Menem a través de la muerte de su hijo.
Christian Sanz
(1) Este periódico intentó comunicarse con Labaké, pero el abogado nunca respondió a los requerimientos de Tribuna.