Antes de comenzar la redacción de esta nota, este cronista se siente en la obligación de hacer referencia a los ataques sufridos por este medio a lo largo de esta semana por parte de los tristemente célebres bloggers K. Todo, por haber publicado tres notas de investigación que han demostrado que hubo una suerte de “fraude” en las elecciones primarias del pasado domingo.
A todos ellos se les hace saber que los telegramas que fueron publicados por este medio han sido descargados del sitio oficial de las elecciones. Allí, en un sitio que depende del Poder Ejecutivo Nacional, pueden observarse flagrantes enmiendas, contradicciones y omisiones numerarias.
Un dato: aunque se publicaron solo una docena de ellos, hay cientos de telegramas que muestran preocupantes adulteraciones.
No son los únicos elementos que demuestran el fraude electoral: el pasado 15 de agosto, apenas un día después de los comicios, Tribuna publicó siete casos concretos que inducían a pensar en el incipiente fraude oficial.
A ello, se sumaron en los últimos días muchos otros tópicos:
1-Ayer, la jueza María Romilda Servini de Cubría abrió una urna en Barracas y encontró 22 votos nunca adjudicados a Alfonsín.
2-El precandidato a intendente de Punta Indio, Marcelo Melendi, del espacio político Compromiso Federal, obtuvo solo un voto en las primarias; ni siquiera era de él. Es decir, no lo votó ni siquiera su familia o ni sus amigos.
3-El intendente de La Banda, Héctor “Chabay” Ruiz, Santiago del Estero, denunció fraude y apuntó contra el gobernador Gerardo Zamora, un aliado K. “El día de la elección metieron presos a nuestros fiscales”, sostuvo. Hay que destacar que allí Cristina ganó por más del 80% de los votos.
4-Diario El Día de La Plata habló de “gruesos errores en las actas de votos emitidos” en esa localidad. Sumas mal hechas y “más votos que votantes” fueron algunos de los señalamientos hechos por el matutino.
5-Diario Clarín dio a conocer varios casos gravísimos de fraude, uno ocurrido en el municipio bonaerense de Almirante Brown y otros tres en Tucumán, Chaco y Formosa. En esta última provincia hay casos de columnas de la oposición borradas con corrector y una enorme diferencia a favor del kirchnerismo.
Como puede verse, las irregularidades han dejado el terreno de las casualidades para pasar al campo de los hechos fácticos. ¿Alguien puede creer realmente que tantos elementos puedan derivar de una mera coincidencia?
Hay que mencionar a ese respecto que solo se han analizado unas pocas denuncias y apenas el 5% de los telegramas eleccionarios. Si en ese bajo porcentaje más del 90% presenta irregularidades, ¿qué ocurrirá si se analizan los documentos restantes?
La manera que ha mostrado el Gobierno de descalificar a quienes sospechan que hubo fraude en las elecciones, es todo un síntoma del temor que se ostenta en estas horas. Si los comicios fueron transparentes, ¿Por qué no aceptar un recuento de votos y despejar toda duda posible?
“¿Fraude? Sí, desde el momento que llevaron los telegramas al Ministerio del Interior, cosa que no se hacía nunca, es la prueba más contundente”, aseguró a este cronista un referente de Coalición Cívica para echar leña al fuego.
El dato no es menor: desde el Ejecutivo, nadie pudo explicar aún por qué documentación tan sensible se ha desviado en su camino al Correo Argentino para aterrizar en una dependencia nada neutral como lo es la cartera a cargo de Florencio Randazzo.
Concluyendo
Las evidencias del fraude se siguen acumulando al paso de los días y el escándalo promete ser mayúsculo en el mediano plazo. Lo que Tribuna sugirió como una mera posibilidad, ha derivado en concretas presentaciones judiciales y ha saltado a las portadas de los principales medios de prensa.
Al mismo tiempo, este periódico sigue siendo receptor de docenas de denuncias por parte de autoridades de mesa que se muestran indignadas por el manoseo que han sufrido en el marco de las pasadas primarias.
Todo ello será volcado en los próximos días en las virtuales páginas de este medio. Eso sí: antes se hará un chequeo exhaustivo de cada denuncia, para que los insistentes bloggers K no insistan en asegurar que lo aquí señalado carece de seriedad.
Christian Sanz
Twitter: @cesanz1