La disputa escaló a niveles insospechados, provocando pases de factura que incluyen cadenas nacionales y conferencias de prensa por parte de uno y otro actor.
Se trata de la disputa por la potestad del manejo de los subterráneos, el cual el kirchnerismo le endilga a Mauricio Macri y este último le enrostra a Cristina Kirchner. En medio de ese tironeo, la sociedad se pregunta: ¿A quién le corresponde la responsabilidad final?
El tema no es nada sencillo de explicar ya que en el acuerdo firmado por el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, y Macri, el 3 de enero pasado, el artículo segundo habla de que la Ciudad asume "el control y fiscalización del contrato de concesión" de los subtes "a partir de la firma" del documento.
Sin embargo, en su artículo quinto, el documento especifica que la "formalización" del traspaso se rubricará a los 90 días de firmado el acuerdo, es decir, a principios del mes de mayo.
De este último punto se aferró el jefe de Gobierno porteño para dilatar la asunción del traspaso efectivo del subte el pasado miércoles, alegando "el mismo proceso de desinversión que los ferrocarriles" en una conferencia de prensa a una semana de la tragedia de Once.
Además, Macri consignó como "unilateral" la decisión de la ministra de Seguridad Nilda Garré de retirar a los efectivos de la Policía Federal de los andenes.
Ante esa queja, la Presidenta anunció este jueves en su discurso a la Asamblea Legislativa la prórroga por 30 días de la presencia de los efectivos policiales en el subte.
Ahora, a través de una carta, el macrismo pidió una reunión con Cristina a efectos de definir el traspaso de una vez y por todas.
Lo que nadie debe olvidar, ni el macrismo ni el kirchnerismo, es que los rehenes de esta disputa son los usuarios del servicio.
José María González