Aplicando una vieja táctica del kirchnerismo, la presidenta Cristina Fernández decidió este miércoles doblar la apuesta de Hugo Moyano y ordenó una serie de medidas para poner contra las cuerdas al gremio de los Camioneros, que paraliza el transporte de combustibles y bloquea las principales refinerías del país.
Con la interna por la conducción de la CGT como telón de fondo, la Presidenta habló con sus principales colaboradores ni bien aterrizó en Brasil proveniente de México, según pudo saber Noticias Argentinas. Vía telefónica, Cristina pidió a sus ministros y secretarios que se pusieran a trabajar para cercar a Moyano.
Es que la medida de fuerza de los Camioneros comenzó a sentirse con fuerza sobre todo en el interior de la provincia de Buenos Aires y empezaba a notarse también en las estaciones de servicio de la Capital Federal. Por eso la Presidenta instruyó a sus colaboradores para que la Gendarmería transporte el combustible que dejaron de trasladar los Camioneros. Según anticiparon fuentes oficiales a Noticias Argentinas, esta misma noche habrá una reunión cumbre en la quinta presidencial de Olivos donde la mandataria ordenará los pasos a seguir por el Gobierno contra el gremio de los Moyano. En este sentido, existe una fuerte posibilidad de que la Casa Rosada inicie acciones penales contra los sindicalistas involucrados.
En el búnker moyanista cayeron en la cuenta de que la Presidenta había doblado la apuesta y comenzaron a apelar a la solidaridad del conjunto de los trabajadores, ante una medida antipática para los gremios como es la movilización de la Gendarmería. "Nosotros nos la jugamos con la Banelco y la 125, que no nos toquen", advirtieron en tono desafiante. Mientras tanto, los efectos del paro —que los Camioneros realizan en medio de una ronda paritaria en la que reclaman un 30% de aumento salarial y la eliminación del Impuesto a las Ganancias— afectaban fuertemente a pueblos del interior bonaerense como Guaminí, donde unas 800 familias se habían quedado sin el gas licuado necesario para la vida cotidiana.
En este contexto, el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, instruyó a su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, para que acompañe las acciones emprendidas por el Gobierno nacional en torno al conflicto de los Camioneros y que transmita, a la vez, un pedido de "responsabilidad" al gremio. Algo que hizo a través de una comunicación telefónica. Más temprano, Pablo Moyano recorrió el Polo Petroquímico de Dock Sud "para corroborar los alcances de las medidas de fuerzas implementadas en defensa de los derechos de los trabajadores y su estricto cumplimiento", informaron los Camioneros en un comunicado enviado a Noticias Argentinas. Allí, anunció que se movilizarán a la Plaza de Mayo si la Gendarmería los desaloja del lugar.
Además de Dock Sud, el gremio también bloqueó los accesos a las refinerías de La Matanza, La Plata, Campana y Junín, en Buenos Aires; Luján de Cuyo (Mendoza); San Lorenzo (Santa Fe); Refinor (Tucumán) y Monte Cristo (Córdoba). A su vez, los dueños de estaciones de servicios, donde desde anoche se registraban largas colas para la provisión de combustibles, advirtieron que una medida de fuerza como la de los Camioneros puede afectar al sistema en el plazo de 36 horas, por lo cual desde mañana habrá problemas de abastecimiento.
"Si continúa el paro, mañana habrá dificultades, porque las reservas no alcanzan para 36 horas", dijo la presidenta de la Federación de Empresarios de Combustible, Rosario Sica. Por su parte, el titular de la Federación de Entidades y Combustibles de Buenos Aires, Luis Malchiodi, aseguró que "si no hay reparto no sé cómo el Gobierno nacional va a poder garantizar el abastecimiento".
Mariano Spezzapria
NA