Cada vez es más insistente el interés del kirchnerismo por conquistar el voto de los menores de 18, sobre todo teniendo en cuenta el acertado éxito que tiene su discurso en los más jóvenes.
La semana pasada, por ejemplo, la senadora Elena Corregido y su compañero de bancada, Aníbal Fernández, presentaron un proyecto en la Cámara alta para modificar el Código Electoral para habilitar el voto a los argentinos a partir de los 16 años.
“Tenemos que avanzar un paso más y hacer efectivo el poder de elección de estos jóvenes, que a edades más tempranas han manifestado su compromiso político”, señaló la legisladora chaqueña, según El Parlamentario.
La iniciativa propone, al igual que para los mayores de 70 años, que el voto sea un derecho y no una obligación para los jóvenes entre los 16 y los 18 años.
Para Corregido, el proyecto “trata simplemente de abrir una puerta” para los “que ya sienten el deseo, la necesidad y el llamado de los ideales que los conducen a la participación ciudadana”, y destacó: “La política y la militancia se hicieron propias en estos jóvenes. En esta época de construcción de ciudadanía en la que transitamos, existe una demanda de mayor participación y compromiso. Los jóvenes están en condiciones de elegir a sus representantes en el terreno político”.
Por su parte, Aníbal Fernández dijo que "Hay muchísimos pibes ya que a esa edad tienen sobrado conocimiento y reconocimiento de lo que está sucediendo y de lo que pretenden para sí y para terceros, y en ese marco tienen derechos".
Este martes, el diario oficialista Página/12 publicó un artículo titulado: “Entre el optimismo y las ganas de votar. Los adolescentes quieren participar en las elecciones y dicen que en cinco años van a estar mejor”. Allí, da cuenta de una encuesta realizada a jóvenes de entre 11 y 17 años, y en la cual se asegura que a más de la mitad de ellos les gustaría poder votar.
“El 25 por ciento, en tanto, se imagina estudiando y trabajando a la vez, y sólo el 8 por ciento no sabe qué podría estar haciendo. ‘Esto demuestra que los chicos están lejos de la inconciencia o el pesimismo. Eso no está dentro de su paquete, de su mundo’, evaluó en diálogo con este diario el ministro de Educación, Alberto Sileoni”, indica P/12. Y es que el sondeo había sido relevado específicamente para su Cartera cuando sorprendió el hecho de que el 54% de los encuestados manifestaron que le “gustaría poder votar”.
Las cifras surgieron de una encuesta llevada adelante en ciudades de todo el país por la consultora Knack, cuyos resultados fueron adelantados ayer en exclusiva a ese medio, el cual publica asiduamente sus informes. Knack está a cargo de Gerardo Adrogué, uno de los encargados de planificar la campaña de Carlos Tomada para la Ciudad de Buenos Aires en 2011.
Previo a las elecciones de octubre del año pasado, se conoció que el público joven entre el electorado era acaudalado: 43% de los ciudadanos aptos para votar, lo que significó más de 9 millones de personas. Tal fue el interés, que todas las campañas estuvieron apuntadas a ese target.
Hay que recordar que en las internas abiertas y obligatorias de agosto de 2011, pudieron votar quienes en ese momento tenían 17 años, pero cumplían los 18 antes del 23 de octubre.
Sin duda, el que mejor explotó la conquista fue el kirchnerismo, y fue el mismo Néstor Kirchner el que le encomendó a su hijo mayor a emprender un recambio generacional para garantizar la continuidad del modelo. Luego del fallecimiento de su líder, se despertó la militancia política en la juventud. La batalla fue un éxito y los jóvenes votantes prácticamente definieron la elección de octubre. Ahora, el Gobierno se prepara para allanar el camino y poder abarcar un mayor rango etario.
Diego Goldberg