¿Puede la Presidenta de la Nación desconocer que el Vicepresidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, un armador político y miembro de la mesa de conducción de La Cámpora cagaba a trompadas a su ex mujer? Eso se preguntó Laura Elías el viernes pasado en el programa radial Ahora es Nuestra la Ciudad.
El director de Tribuna de Periodistas suele preguntarse por qué se molestan las autoridades nacionales con un “insignificante portal” cada vez que desde allí se realizan investigaciones y denuncias contra el poder de turno.
Luego de difundir la entrevista completa con la ex esposa de José Ottavis —diputado por el FPV y líder de La Cámpora— quien está imposibilitada de ver a su hijo desde hace un año y dos meses por la Justicia, recibió un llamado telefónico que, lejos de amedrentarla, renovó sus fuerzas. “O bajás la nota o atenete a las consecuencias”, le dijo, según Elías, su ex esposo por teléfono.
“Ya estoy acostumbrada”, le explicó a este cronista en la mañana de este martes la mujer quien, junto con Laura Muñoz, exesposa de Alejandro Vandenbroele, agradece la difusión que los periodistas dan a sus casos. “En medios como Página/12, quisieron anticiparse a mi denuncia pública y Raúl Kollmann tenía preparada una investigación para demostrar que estaba loca, pero fui al programa de Nelson Castro y ya era tarde para ensuciarme. Con Laura (por Muñoz) siempre hablamos de estas cosas. Juntos podemos hacerle frente”, relataba Elías a este periodista. Elías le contestó a Ottavis a través de su cuenta de Twitter, preguntándole sarcásticamente: “¿AFIP, patota de La Cámpora, nuevas pintadas?”
@joseottavis dixit: o bajas la nota que te hizo @luisgasulla o atenete a las consecuencias. ¿AFIP, patota de La Cámpora, nuevas pintadas?
— Justamente Mujeres (@JustamenteMujer) septiembre 18, 2012
Hace pocos meses, cuando Laura Elías cumplió años, la pared de su casa amaneció con la leyenda: “Matar a una puta o una hormiga, no vale nada”. El grupo cercano a Ottavis había enfurecido cuando descubrió que la mujer había acercado información confidencial sobre su exmarido a la exministra de Salud, Graciela Ocaña, “la hormiguita”.
El manejo espurio de la justicia, la injusticia del poder y la impunidad de muchos de los gobernantes, agota. Solo la presión y la constancia ciudadana podrán torcer esta historia. El lunes a la noche, en el canal TCM, una película hizo recordar la singular historia de esta Elías.
En 1993, el director de cine Thomas Carter, estrenó su obra maestra, “Rebeldes del Swing”, protagonizada por Robert Sean Leonard y un adolescente Christian Bale, el Batman de estos tiempos. El film es una suerte de homenaje a los jóvenes alemanes de finales de los años 30, amantes del frenético baile de origen negro.
Imitadores de la última moda inglesa y americana, los chicos se reunían por la noche, en salones de baile clandestinos, evitando el control de las fuerzas represivas del partido único alemán, el nacionalsocialismo. Unos por temor a ser perseguidos, muchos otros, convencidos de las ideas de esa nueva forma de hacer política “total”, los jóvenes alemanes se alistaban a las filas nazis que patrullaban las calles cazando negros y judíos. Adolf Hitler había ganado las elecciones votado por vastos sectores de la sociedad y, la fuerte crisis económica sería remediada por el intento de conquistar el mundo eliminando a los seres inferiores, en especial, “las ratas” judías.
Los chicos del swing se revelaban contra el sistema bailando la música del demonio, dejándose el pelo largo y usando sombreros de copa. Sin embargo, ese gesto caprichoso, alteraría el orden establecido convirtiéndolos en traidores del sistema único. Los fanáticos del nazismo no admitían el disenso y eran capaces de entregar, a los campos de “trabajo”, a sus propios padres y a los viejos amigos de la infancia.
Las “Elías” argentinas no necesitan bailar swing para rebelarse contra el sistema. Solo hablar. Decir. Estar. Gracias por la valentía.
Luis Gasulla
Seguir a @LuisGasulla