Llamó la atención en los últimos meses el extremado perfil bajo de la hija menor del matrimonio K, Florencia Kirchner, teniendo en cuenta que, desde la muerte del expresidente, había mostrado un ascenso notable de exposición pública.
“¿Qué es de la vida de Florencia Kirchner?” Se preguntó diario La Nación el mes pasado. Y es que luego de la popular visita de la joven por Medio Oriente como parte de la delegación oficial y del lugar protagónico en el escenario donde se festejó la reelección de su madre —fue quien colocó la banda presidencial—, la hija de la Presidenta desapareció de la escena pública, y muchos se preguntan qué es de su vida.
Luego del fallecimiento de Néstor Kirchner, la joven abandonó sus estudios en la prestigiosa New York Film Academy y comenzó a militar fuertemente en La Cámpora, agrupación creada justamente por su hermano mayor. El año pasado sorprendió a varios con su presencia en la movilización por los 35 años del último golpe de Estado, marchando junto a La Cámpora hacia Plaza de Mayo.
En febrero de 2011, se conoció que participaría del documental sobre la vida del expresidente, aunque un año después decidió bajarse del proyecto “para dedicarse a militar”, según contó una fuente a La Nación en ese momento. Algo que tampoco hizo.
El 20 de abril de este año, Florencia volvió a los diarios, pero no por acompañar a su madre de gira, sino por un nuevo uso indebido del Tango 10 para viajar a Santa Cruz, que la tenía a ella como única pasajera, lo que le valió una denuncia en la Justicia. El hecho recordó aquel 14 de abril de 2010, cuando la joven también hizo uso de los servicios de los aviones oficiales. En aquella oportunidad, el Tango 10 hizo 6.000 km para buscar a la adolescente hasta Río Gallegos para que pueda asistir al cumpleaños de 15 de una de sus amigas.
Pero esa no sería la única desgracia para Florencia. Este mes, se preveía su participación en el Festival de Cine de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) realizado en San Juan, para la difusión de su película “Entre escenas”, un film que trata sobre la historia de amor de dos jóvenes que se conocen en el rodaje de una película y se van enamorando a medida que transcurren las escenas, primicia que reveló en su oportunidad el entonces diario Libre. La película fue estrenada a fines del año pasado y Florencia no participó del Festival.
Según el blog En voz baja, recientemente, una serie de hechos desafortunados sufrieron dos de los locales que estuvieron ligados a esa película.
Se trata de dos instalaciones ubicadas en la zona de Palermo. Una farmacia ubicada en la esquina de Mansilla y Anchorena, llamada Gran Real; y un bodegón llamado “Zíngara”, situado en Larrea y Mansilla.
Ambos lugares sufrieron desventuras. La farmacia fue clausurada hace meses y continúa sin abrir sus puertas al público. Y el bodegón cerró sus puertas a las pocas semanas de abril, estuvo varios meses sin actividad alguna, y recién hace un mes levantó las persianas. Ahora es un bar con pocas mesas.
Lo cierto es que hace tiempo que Florencia se encontraría en España, e incluso muchos hasta hablan de algunas cuestiones relacionadas con su salud, las cuales la Presidenta habría decidido que sean atendidas en ese lugar.
Carlos Forte
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