Muchas veces los medios de comunicación se manejan –nos manejamos- con códigos imposibles de entender. Existen injustificables actos de corporativismo periodístico que no hacen más que generar sospechas sobre la calidad ética de los comunicadores y conductas de dudoso gusto como la de no comentar informaciones publicadas por otros medios de comunicación, sea por celos, sea por protagonismo, etc.
Es una norma básica en periodismo que toda información que esté bien sustentada debe ser de “interés periodístico” –valga la redundancia-, más allá de quién la publique.
Los medios de comunicación suelen jactarse de tener apertura e independencia y hasta hay personas que creen semejante mentira.
Pero cada tanto aparecen situaciones como la que relataremos aquí que demuestran que muchas veces los medios no tienen nada que envidiar al corporativismo de algunas instituciones.
Este gran bleff comenzó a fines del año 2002 cuando, a través de un par de pequeños medios de información, se hizo pública una denuncia sobre posible lavado de dinero en el traspaso de acciones del diario La Nación en 1995.
Bien...¿Cómo actuaron los medios frente a esta denuncia? Pésimo. Solicitadas varias a favor de La Nación y comentarios de prestigiosos (?) periodistas atacando a la Justicia por la decisión de allanar las instalaciones del citado diario fueron las increíbles reacciones de un gremio que no tiene nada que envidiar a la política.
Muchos comunicadores públicos opinaron sin siquiera haberse interiorizado y guardaron en el forro del pantalón la tan mentada objetividad que suelen proclamar.
Es obvio que algunos intereses —grandes intereses— son más importantes que la información misma. Y lo más grave es que los realmente perjudicados son los consumidores de información, quienes aún confían en la pluma y la palabra de estos pseudo popes.
Lava
A finales de 1995, en Panamá, comenzó a planearse el poner en marcha a la empresa Barton para que se convirtiera en el vehículo de decenas de millones de dólares de origen desconocido que permitiría a los Saguier controlar La Nación.
Para eso era necesario inscribir a Barton , una sociedad de las Islas Caimán en la Argentina.
Oportunamente, Tribuna de Periodistas pudo acceder al trámite iniciado en Panamá donde se suman más sospechas a la operación. Allí aparece una desconocida señora que dice ser la directora de otra desconocida sociedad –Kron Corp- que sería a la vez la única propietaria de Barton .
Según la documentación, el 7 de diciembre, Enna F. De Carles, en su condición de director de Kron Corp. A. V.V. y de único director de Barton Corp., a la que se define como “una compañía internacional de negocios, constituida y existente bajo las leyes de las Islas Caimán", da origen a la génesis de Barton Corp en Argentina.
* El 29 de Junio de 1999 se presenta ante el escribano, Matilde Saguier para establecer una distribución anticipada de dividendos de MNMS Holding y al redactarse el acta se nombran como directores titulares de la sociedad, en representación de Barton Corp, dos personas hasta entonces desconocidas.
Philips Blows y Christopher Shaw, figuran con domicilio en Juncal 691, 1 Piso sede de la MNMS pero contrariamente al resto del directorio no colocan sus números de documentos ni su nacionalidad.
Los directivos por Barton Corp no figuran en ningún registro impositivo, de seguridad social, bancario o policial de la Argentina. Lo mismo sucede en las Islas Caimán.
* Una Clave: Laura Magali Valladares, con 31 años recién se inscribió a la DGI en 1999 a pesar de que años antes ya había participado de las empresas de los Saguier y de la socia de estos Barton Corp.
Magali aparece como mandataria de Barton Corp., con domicilio en la cortada Ricardo Rojas 401 13 A, sin embargo en esa dirección nadie conoce a Barton Corp, ni a sus directores Philip Blows y Christopher Shaw.
En algunas actuaciones comerciales, Valladares también figura como mandataria de Alejandro Julio Saguier y su domicilio profesional estaría en Leandro N. Alem 790 Piso 12 donde también desarrollan actividades las empresas Gestión y Estrategias Empresariales S.A., Concast Latinoamérica S.A. y Dietric Argentina S.A.
Además desde agosto de 2002 Valladares es representante legal de Mandarine International Ventures Corp y se desempeña como socia de la Editorial Paraná SRL.
A pesar de la importancia de los cargos de Valladares en diferentes sociedades de Saguier la abogada solo declara ante la AFIP un gasto mensual de $ 2.500 y un patrimonio de menos de $ 50.000 pesos y una retención por impuesto a las ganancias que le realizó MNMS por un promedio mensual de $ 700.
En diciembre de 1998 fue la encargada de realizar el trámite de inscripción en la Argentina de Matilde de Saguier Corp. –la empresa nacida en las Islas Vírgenes- en donde figura como representante de Luis María Saguier.
Un breve repaso: La Nación es controlada por una empresa propiedad de dos sociedades offshore: una, de la isla Gran Cayman; la otra, de British Virgin Islands.
Los dueños de La Nación son MNMS Holding S.A., que es propiedad de Barton Corporation y de Matilde Saguier Corporation.
Los únicos datos que se conocían de Barton Corp. tienen que ver con que se constituyó el 8 de febrero de 1995 y su sede social es en Campbell Corporate Services Limited, The Bank of Nova Scotia Building, GeorgeTown, Gran Cayman.
La investigación llevada a cabo es muy relevante ya que:
** S. A. La Nación afirma ser patrimonio cultural argentino;
** el diario La Nación nunca le reveló a sus lectores cómo se integra el paquete accionario;
** S.A. La Nación es socia del Estado Nacional en la empresa Papel Prensa, que recibe beneficios fiscales, debiendo explicar si la constitución de esas offshores no es un vulgar procedimiento para pagar menos impuestos;
** Bartolomé Mitre, el fundador, no lo creería.
Durante el año 2001, La Nación fue un medio que concedió mucha difusión a acusaciones contra empresarios que tienen compañías offshore.
Desde La Nación, Elisa Carrió y gente del hoy ARI, llegaron a deslizar sus acusaciones ante una subcomisión especial del Senado de USA.
Acerca del accionista mayoritario de MNMS Holding, Barton Corp., se conoce bastante poco: se constituyo el 8 de febrero de 1995, ocho meses antes que MNMS Holding, con sede social en Campbell Corporate Services Limited, The Bank of Nova Scotia Building, GeorgeTown, Gran Cayiman.
Acerca del accionista minoritario de MNMS Holding, se deduce un poco más porque, al menos, aparecen como directivos Matilde Ana María Noble Mitre de Saguier y sus hijos, Julio César y Alejandro Julio.
La familia Saguier no poseía una fortuna financiera cuando surgió la posibilidad de comprarle a otros accionistas de S.A. La Nación el control de la compañía, y desliza varias especulaciones acerca del origen del dinero utilizado por los Saguier.
El semanario explica que los Saguier contaron inicialmente con una suerte de bridge loan que aportó Clariden Bank, propiedad de Credit Suisse, y especializado en back to back, o sea en autopréstamos.
Luego, cuando Barton formalizó su ingreso a MNMS Holding, aportó capital con que los Saguier devolvieron el préstamo de Clariden Bank.
Finalmente, según datos difundidos en España, S.A. La Nación buscó, a través de la consultora Infupa, un socio inversor que inyectara capital. De hecho, se asegura que existiría un documento con cláusula de confidencialidad, que se ignora si se ha firmado con Grupo Correo Prensa Española o con Grupo Recoletos, aunque a su vez ambos discuten ya un merger o fusión entre ellos.
Finalmente
No hay nada que indique que los medios vayan a mejorar su calidad informativa. Menos aún su objetividad.
Los periodistas pertenecen a empresas que a su vez pertenecen a empresarios con grandes intereses de todo tipo, incluso políticos. Sólo por dar un ejemplo, diario La Nación es socio del diario Clarín en la empresa Papel Prensa. A su vez, Clarín controla al periódico Página/12, y así sucesivamente.
Es obvio que todos esos medios informarán subjetivamente lo que suceda a cualquiera de sus “socios”. Es decir, no publicarán jamás la verdad.
Sólo el tiempo dirá si diario La Nación lavó dinero o no. Ojalá que, más allá de lo que sostenga la Justicia, estos grupos reciban una merecida condena social.