A pocos días de haber cuestionado la “judicialización” del trabajo periodístico por parte del grupo Clarín, el kirchnerismo parece haber olvidado su propia consigna. Es que, este miércoles, el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, inició una querella judicial contra el colega Matías Longoni, autor del libro Fuera de Control, investigación que desnuda los negociados de corrupción en torno a la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONNCA), organismo que estaba bajo el ala de Echegaray hasta 2008.
Según detalla Clarín.com, el jefe de la AFIP le inició una denuncia por daños y perjuicios y por daño moral y le reclama una indemnización de 1 millón de pesos, más 377.167 pesos de intereses.
Según Echegaray, la demanda contra el periodista se enmarca en una campaña mediática para desprestigiar supuestamente su propia figura.
Entrevistado por Tribuna de Periodistas, Longoni contó que recibió este mismo miércoles “un escrito del juzgado 55, del fuero Civil y a cargo del juez Hernan B. Lieber, más de cincuenta carillas con la denuncia realizada por Ricardo Echegaray. La causa es la 37021/12, y había sido iniciada en 2010”.
Luego, el colega admite que “pensaba que (la denuncia) había quedada desactivada, pues la correspondiente conciliación (que no arrojó resultado) se concretó en junio de 2010, pero luego no tuve más noticias. Ahora la denuncia excluye al diario y se dirige solo a mi figura como periodista”.
La denuncia dice textual que "el demandado ha montado y viene ejecutando un plan sistemático de difamación mediante la construcción deliberada de mi imagen como símbolo de peligro, inseguridad, intolerancia y corrupción, con el objeto de desprestigiar mi imagen pública en la sociedad". Así, la demanda es por daños y perjuicios y la indemnización que reclama es por 1 millón de capital más 377.167 pesos de intereses.
“¿Qué opinión te merece que la denuncia te sea efectuada pocos días después de que el Gobierno cuestionara la judicialización del trabajo periodístico?”, preguntó este medio.
Responde Longoni: “Nunca tomé seriamente que el gobierno criticara convencido el posible juicio iniciado por Clarín a algunos periodistas alineados con el oficialismo, medida que critiqué oportunamente como socio de FOPEA, porque nadie debe juzgar periodistas por sus opiniones. Creo que la actitud del gobierno fue una reacción que le permitía posicionarse mejor frente al 7D. Le venía bien: Clarín denunciaba periodistas y eso está mal. Pero es la condena pirata, con un solo ojo. Nada dice el Gobierno de los juicios que sus funcionarios inician día a día contra periodistas que denuncian, investigan y opinan en contra de sus intereses. Tampoco de los escraches, ni de la falta de conferencias de prensa, ni del manejo discrecional de la pauta oficial, ni de la ausencia de una ley que garantice el acceso a la información. En fin, lo del otro día fue un simulacro que, de todos modos, yo como periodista condené porque no quiero que los periodistas seamos carne de cañón de una pelea que nos excede y que está provocando un gran daño a todo el periodismo como profesión.”