El alta médico emitido por parte de la Fundación Favaloro, dejó claro que Cristina Kirchner se ha recuperado de su hematoma subdural. Sin embargo, dejó ciertas dudas en torno a su situación cardíaca. Por qué y qué significa que la presidenta deba utilizar un Holter que monitoree su corazón.
El pasado 5 de octubre, Cristina Kirchner ingresó a la Fundación Favaloro afectada por una arritmia cardíaca y una fuerte cefalea. Luego de los consecuentes estudios de marras, se le diagnosticó un cuadro de colección subdural crónica y se anunció un estricto reposo de 30 días.
Sin embargo, poco y nada se referenció acerca de su problema coronario. ¿Qué tipo de arritmia ostenta la presidenta? ¿Es benigna o maligna? ¿Su cuadro es crónico o tiene un proceso de curación?
Luego de poco más de un mes de su intervención, el parte médico que leyó hoy el vocero oficial Alfredo Scoccimarro volvió sobre esa cuestión, pero de manera elíptica. Según el documento, Cristina deberá portar consigo un Holter durante todo el fin de semana.
De acuerdo al resultado, "el lunes se evaluará el ritmo de su regreso a sus actividades habituales". Ello, según lo que indica el parte en cuestión, del cual —como se dijo— no se han dado mayores precisiones ni explicaciones.
No es algo menor, sobre todo cuando se ha puntualizado tanto sobre el hematoma subdural y nada se ha aclarado acerca de la arritmia. En ese contexto, ¿por qué se decidió que Cristina utilice un Holder?
Antes que nada, hay que explicar que se trata de una máquina que registra y almacena la actividad eléctrica del corazón de una persona durante jornadas hasta 48 horas y permite detectar alteraciones en el ritmo cardíaco.
Se trata de un aparato del tamaño de un teléfono móvil denominado monitor registro, que va acoplado a un cinturón ajustado a la cintura, y conectado a unos electrodos, a su vez enganchados en el pecho durante un día.
Durante el tiempo que lleve puesto el Holter, Cristina deberá apuntar en una libreta las actividades que lleve a cabo, los síntomas que pudiera llegar a ostentar y la hora en la que estos ocurren durante las próximas 48 horas.
La información que quede almacenada allí, luego será traspasada a un ordenador. Estos registros permitirán al médico detectar posibles alteraciones del ritmo cardíaco.
Por eso es que el parte oficial asegura que recién el lunes se sabrá si la presidenta vuelve a retomar sus actividades. Allí se terminará de evaluar cómo está su corazón y de qué manera continuará su vida pública y privada.
El tipo de arritmia que sufre la jefa de Estado puede ser de importancia menor o de complejidad extrema. Depende del tipo de afección que sufra su corazón: taquicardia auricular, palpitaciones, taquicardia supraventricular paroxística, bradicardia o taquicardia ventricular, son solo algunos de los tipos de arritmia que podría estar somatizando.
A su vez, los médicos deberán determinar qué es lo que produce ese “malfuncionar” del corazón. Según los manuales que estudian las afecciones cardíacas, bien podría tratarse de una enfermedad coronaria que, de acuerdo a su eventual complejidad, necesite la utilización de un marcapasos.
Por ahora, nada preciso puede decirse al respecto debido a la cerrazón oficial que impera en estas horas. No obstante ello, no deben dejar de analizarse los escenarios referidos. Luego del lunes, todo ello será crucial.
Christian Sanz
Seguir a @CeSanz1