Cristina Kirchner sigue internada en el sanatorio Otamendi. Eso sí, a nadie parece importarle; o a muy pocos. Por caso, sólo una camioneta de la PFA escolta a la presidenta en estas horas. Tal cual ilustra la presente nota, no hay militancia ni medios de comunicación, como supo ocurrir en otras ocasiones.
En ese contexto, la Unidad Médica Presidencial informó hoy que Cristina "se encuentra estable, cumpliendo tratamiento sintomático y con antibióticos endovenosos".
Según el parte, la mandataria continuará internada en ese centro de salud "para tratamiento y control evolutivo".
En esa institución, es tratada por los doctores Daniel Priluka, Alberto Lambierto, Federico Saavedra, Carlos Karmazyn y Eduardo Diez, junto a los médicos de la Unidad Médica Presidencial.
Según fuentes médicas, la mandataria padecería de una diverticulitis aguda en la zona sigmoidea del colon, es decir, una inflamación de los divertículos, pequeñas bolsas que se abultan en el colon o en el intestino grueso. Siempre según la información oficial.
Según algunos medios, los médicos le habrían indicado un tratamiento endovenoso con antibióticos tipo ciprofloxacina/amoxicilina para controlar la infección en la sangre. Además, estaría siendo sometida a dieta absoluta por tres días para descanso del intestino grueso y alimentación por suero endovenoso.
De todos modos, la noticia es otra: Cristina está sola, a nadie parece importarle lo que le sucede en estas horas.