Tribuna de Periodistas nació en el año 2003 y su esencia se reflejó desde un primer momento en su nombre: un lugar donde cualquier hombre de prensa pudiera expresarse, sin condicionamientos ni censura. Eso sí, con responsabilidad y honestidad.
Desde entonces, a la fecha, este portal vio pasar varias docenas de colegas que se formaron en su redacción y recalaron en medios más gravitantes. Ninguno de ellos jamás ha esbozado la más mínima crítica hacia este sitio, todo lo contrario.
En TDP se los ha formado bajo los lineamientos de lo que es el periodismo honesto, dejando ideologías y amiguismos de lado. Como debe ser.
A todos ellos se les regaló el Manual de Estilo de TDP y se los preparó a nivel metodológico, para que supieran cómo afrontar la ardua tarea que representa el periodismo. Más aún: sus notas debieron pasar el duro filtro de nuestro Defensor del Lector.
Todos han dejado su huella en nuestro portal, y les estaremos siempre agradecidos. Han trabajado con responsabilidad y coherencia. También con total libertad. No hay nadie que no coincida en asegurar que jamás se le ha censurado una sola nota. Ni una sola vez.
Ello a pesar de que muchas de las denuncias de nuestros periodistas colisionaban con los intereses de nuestros anunciantes —hemos perdido a varios de ellos por este motivo— o afectaban a amigos o conocidos de quienes dirigimos este portal.
Todo esta introducción es para analizar lo que pasó en los últimos días —nos tomamos nuestro tiempo para decirlo de manera correcta—, cuando algunos de nuestros lectores se enfadaron por ciertas notas que publicamos sobre el caso Nisman, anticipando que su denuncia sería desestimada por el juez Daniel Rafecas, lo cual sucedió.
De pronto, nos acusaron de volvernos kirchneristas, a pesar de ser los primeros siempre en denunciar la corrupción de este gobierno, desde el año 2003 incluso, cuando todos callaban.
Así y todo nos pasó que nos acusen de macristas, massistas y carrioistas en otras oportunidades.
La paradoja es que ya nos trataron de oficialistas cuando le pegamos a Macri, Massa o Carrió, como ocurrió tantas veces en el pasado. ¿En qué quedamos entonces? ¿No se puede hablar de nada ni de nadie sin ser tildados de algo descalificador?
Tal es la grieta que se vive hoy en la sociedad, donde todo parece tener un precio, nada de lo que se diga es gratis. O se es operador de algún sector o no se es nada.
Cuando criticamos a Carrió por augurar un “autogolpe” que no ocurriría —no ocurrió, de hecho— nos mataron con los comentarios —los cuales, dicho sea de paso, aprobamos sin filtro alguno—; cuando denunciamos al macrismo, también. Ni hablar cuando señalamos desaguisados del massismo.
Luego, cuando investigamos a los Kirchner, debemos tolerar las críticas injustas de los medios oficialistas. Siempre despiadadas e inventadas. ¿En qué quedamos?
Tribuna de Periodistas es un medio honesto e independiente, y si alguien tiene alguna duda al respecto puede preguntar a cualquiera de los periodistas que allí trabajan si alguna vez le fue censurada alguna nota.
No solo cualquiera publica lo que se le cante, sino que además en nuestro Manual de Estilo tenemos una herramienta llamada “cláusula de conciencia”, donde, si algún colega se siente censurado o presionado, puede darse por despedido automáticamente.
No hay en la actualidad un medio como este, que trabaja con total independencia y hasta se anima a criticar a sus anunciantes. TDP es eso y mucho más: es anticipación de la noticia, análisis e investigación. Y es una andanada de sentido común.
Si tuviéramos que hacer una proclama, esta sería: ¡Basta de grieta! El daño que esta produce es muy grande y nos afecta a todos.
Carlos Forte
Editor Ejecutivo Tribuna de Periodistas