Tribuna de Periodistas nació en el año 2003 con una clara consigna: ser un medio totalmente independiente, no solo para intentar revertir la mala imagen de la prensa en los últimos años, sino también para mostrar a la sociedad que sí puede existir el periodismo honesto.
Con el tiempo, nos transformamos en uno de los sitios de información más leídos en Internet y con gran influencia en el ámbito político. Baste ver la cantidad de llamados recibidos en la redacción por parte de los principales referentes, y hasta algunas de las cartas documento que aterrizan en el mismo lugar.
Con no poca dificultad fuimos consiguiendo sponsors que financiaran nuestro trabajo, siempre aclarándoles que la pauta publicitaria jamás condicionaría nuestro trabajo.
Así fue creciendo Tribuna, en todo sentido, convirtiéndose en un faro de luz donde otros medios solo anteponían sus propios intereses, en detrimento de la información pública.
Pronto, nos ocurrió algo inesperado: empezamos a recibir mails por parte de nuestros lectores, asegurando que uno de nuestros anunciantes los había estafado. Se trata de la óptica Acuario.
Lo paradójica es que muchos de los que fueron trampeados se habían dirigido a ese lugar por ver que aparecía en la portada de este sitio, con la confianza que ello les generaba.
Luego de escuchar varios testimonios —muy similares entre sí— decidimos pedir explicaciones a Acuario, las cuales no nos satisficieron. Por ello, hemos decidido escrachar a esa firma y dejar de mostrar su publicidad, aún cuando era uno de nuestros principales ingresos.
Creemos que es más importante conservar nuestra honestidad que recibir ese dinero. Nuestro manual de Estilo lo dice claramente:
-“El lector tiene prioridad sobre cualquier otro interés, incluido el de los anunciantes” (Punto 1.11 del apartado “Principios éticos”).
-“Tribuna de Periodistas se reserva la facultad de rechazar la pauta publicitaria en sus espacios cuando se aparte de las normas de la moral pública, del bien común o de la seguridad del Estado, o cuando la idoneidad y solvencia moral del anunciante no sean satisfactorias” (Punto 1.13 del mismo apartado).
Ofrecemos finalmente nuestro apoyo en lo que fuere necesario para avanzar judicialmente contra quienes estafaron a los lectores de este sitio (y seguramente a otras personas).