En 2010 conté quién era Mariano Perrone, el hijo no reconocido de Néstor Kirchner.
Es una historia sórdida y truculenta, que nació del amor “casual” entre el fallecido expresidente una jueza de Puerto San Julián llamada Luisa Lutri a mediados de los años 80.
Fue uno de los secretos mejor guardados por Néstor y Cristina a lo largo de los años. De hecho, Ricardo Jaime, hoy caído en desgracia, fue quien lo cuidó durante años y años en la provincia de Córdoba.
Ciertamente, fue un secreto a medias ya que las personas de mayor confianza de los Kirchner siempre supieron sobre la existencia de Perrone. A su vez, el propio joven —ahora no tan joven— supo presionar a Néstor en puntuales oportunidades a través de su página de Facebook en momentos en los que requería auxilio monetario.
Cuando la ayuda llegaba a sus manos, el vástago sabía borrar el posteo.
El tiempo pasó y Perrone mantuvo el perfil bajo... hasta ahora. Es que, en los últimos tiempos juró como concejal de Puerto San Julián, su lugar de origen, a través de “Nueva Referencia Partido Justicialista”.
¿Seguirá los pasos de su padre o hará una gestión diferente? El tiempo lo dirá.