¿Por qué uno de los países potencialmente más ricos del mundo ha caído en el actual abismo?

Se trata de una nación de más de 900.000 kilómetros cuadrados y unos 30 millones de habitantes.

Su superficie está dotada por la naturaleza con todos los bienes imaginables: petróleo, gas, hierro y más de una decena de minerales valiosos, tierras fértiles, agua potable en abundancia, playas paradisíacas, fabulosas selvas vírgenes, y una población educada en la que abundan los profesionales formados en universidades nacionales y extranjeras.

A este paraíso emigraron durante décadas europeos y latinoamericanos que buscaban un destino mejor para sus familias.

¿Por qué, entonces, ganan menos de un dólares por día y se han transformado en una de las naciones más pobres de latinoamérica junto con Haití?

Esta nación petrolera tuvo en las últimas décadas opciones de desarrollo pero pudiendo ser Noruega (un país que decidió invertir la renta del "oro negro" en un fondo anticíclico y ya tiene guardados más de 500 mil millones de dólares) prefirió ser Nigeria.

Este país africano, considerado por Transparency International como el más corrupto del mundo, también tiene vastos yacimientos de hidrocarburos pero sus riquezas fueron saqueadas por sus gobernantes.

El general Sani Abacha, ex director de Personal de las Fuerzas Armadas, llegó al poder en 1993 tras liderar un golpe de Estado.

Durante los cinco años en los que ejerció el gobierno, prohibió los partidos políticos y disolvió los organismos del Estado. 

Tras su muerte, en 1998, el gobierno que lo sucedió inició una investigación en contra de su familia por enriquecimiento ilícito.

Se los acusó por poseer más de 2.500 millones de dólares en cuentas personales de bancos en Suiza, el Reino Unido, Luxemburgo y Liechtenstein.

Como resultado de ambos procesos, tenemos que los escandinavos son hoy el país más feliz del planeta y los nigerianos tienen una sociedad invivible.

¿Por qué Venezuela escogió en las urnas en 1998 a un coronel golpista como Hugo Chávez, casi un calco de Sani Abacha?

En 1992, el "Comandante" se alzó en armas contra el presidente constitucional Carlos Andrés Pérez y debió purgar un par de años en la cárcel.

En lugar de hacerle cumplir el total de su castigo, el ex presidente Jaime Lusinchi decidió liberarlo y le permitió al militar sedicioso hacer proselitismo por todo el país.

La crisis del petróleo, por la caída abrupta de los precios internacionales, y el hartazgo de una ciudadanía cansada de los conservadores "Adecos" y "Copeyanos" le abrieron a Chávez Frías el sendero victorioso hacia el Palacio de Miraflores.

El moreno oficial del Ejército entendió el juego de las apariencias y se casó con una rubia porque quería mostrarse dócil y "reconciliado" con el sector más acomodado de la sociedad civil.

Una vez en el poder, y aconsejado día y noche por Fidel Castro, anunció la llegada de la República Bolivariana y "el socialismo del siglo XXI".

Gracias a su retórica anti imperialista y a promesas de justicia social, logró lo impensable.

Con un barril de petróleo volando por encima de los cien dólares el barril (diez veces más que cuando llegó al poder) no pudo realizar ni una sola obra emblemática por el que se lo vaya a recordar.

Dilapidó fondos únicos e irrepetibles sin dejar un nuevo gasoducto, oleducto, refinería de crudo, represa hidroeléctrica, línea de trenes o autopistas de magnitud.

El déficit habitacional creció hasta convertir a Petare, un barrio carenciado en los morros de Caracas, en la mayor villa de emergencia de latinoamérica: viven allí nada menos que 500 mil marginados.

Pocas veces en la historia pudo comprobarse una impericia mayor pero, en la práctica, Chávez jamás fabricó un tornillo.

Fue un simple militar dedicado a dar y recibir órdenes, por más disparatadas que estas fueran.

Los diputados de la Asamblea, un equivalente a nuestro Congreso Nacional, determinó horas antes de ser disuelta por el Tribunal Superior de Justicia, que el chavismo se robó nada menos que 87 mil millones de dólares en casi dos décadas de ejercicio del poder.

El resultado de semejante experimento político social se mide en vidas humanas:

-Cada jornada son asesinados unos 80 venezolanos

-Perecen por falta de medicamentos y mala nutrición otros tantos

-Se duplicó la mortalidad infantil en el último lustro

-La escasez de medicamentos y comidas trepó al 80%

-Los presos políticos suman centenares

-Pdvsa, la petrolera estatal, está fundida ya que su deuda duplica o triplica su valor de mercado

-Más de la mitad de la poca comida que ingieren los habitantes es producida en el exterior

-Todos los medios, salvo los digitales y el diario El Nacional, están en manos del oficialismo

-Las elecciones están suspendidas: no se pudo votar en comicios regionales ni efectuarse un revocatorio contra Maduro.

-El país es un narco estado que exporta la droga fabricada en la selva colombiana y hasta los sobrinos de la primera dama están presos en EEUU luego de traficar toneladas de cocaina

Se llegó a esta locura por culpa de los propios venezolanos, que votaron sistematicamente durante 18 años a estas lacras, y por el desinterés del resto de los países de latinoamérica que parecen preferir que exista esta monstruosidad para que internamente los sufragantes esquiven aterrados a los populismos.

El próximo domingo se vota en Ecuador y este espejo terrorífico seguramente hará perder el balotaje al candidato del presidente Rafael Correa. 

El conservador Guillermo Lasso tiene casi asegurada su victoria. 

El chavismo pasará a la historia como el régimen más incompetente y corrupto que pudiera haber existido en el marco de las débiles democracias latinoamericanas.

Estamos viendo sus últimas y grotescas funciones.