El Gobierno confía en que la baja de la inflación y los datos positivos en sectores como el automotriz y la construcción, constituyan el principio de una seguidilla de indicadores positivos que alcance su punto culminante justo antes de las elecciones legislativas de octubre.
El costo de vida informado por el INDEC para mayo, del 1,3%, sorprendió a propios y extraños, y preanuncia una marcada desaceleración de la presión de los precios en la pelea por las paritarias.
El jefe del BCRA, Federico Sturzenegger, esperaba ese nivel de costo de vida para julio o agosto, por lo que el índice exacerbó el optimismo en la autoridad monetaria.
Anualizada, la inflación de mayo proyectaría el costo de vida al 15,6%, por debajo incluso del techo fijado por el BCRA para la meta inflacionaria hacia fin de año, del 17%.
Si bien el ecuatoriano Jaime Durán Barba, asesor estrella de Mauricio Macri, considera que en las legislativas existe poca correlación entre la marcha de la economía y los resultados, no le vendrá mal a los candidatos oficialistas poder exhibir un país que superó la recesión, con precios desacelerándose y creación de empleo.
El jefe de ministros, Marcos Peña, fue el encargado de transmitir la línea argumental: "La Argentina salió de la recesión", un concepto que deberá acompañar cada dato negativo que quiera instalar la oposición.
La obra pública desempeñará un rol central en esa estrategia, con anuncios que se irán multiplicando en las próximas semanas.
Para el gobierno, la baja de la inflación y el crecimiento del empleo deben ser las puntas de lanza de la campaña electoral, sumado a una profundización de la estrategia de saturación por parte de los organismos de seguridad en la zona metropolitana, para combatir el delito.
Si se alinean los planetas de la economía, en Cambiemos consideran que un triunfo legislativo a nivel nacional está garantizado, y la única duda será el conurbano bonaerense, donde la pelea será cuerpo a cuerpo y María Eugenia Vidal tendrá un rol central.
Macri necesita sostener la estructura legislativa para encarar reformas de fondo previstas para el 2018, destinadas a reducir la brecha fiscal e instaurar obras de infraestructura de gran envergadura.
El presidente necesita achicar la brecha fiscal para que la Argentina alcance mayor nivel de competitividad y reduzca el ritmo de endeudamiento, que crece al galope desde que Cambiemos llegó al poder.
La deuda pública creció 13% desde que asumió Macri y ya alcanza los 288.000 millones de dólares, equivalente al 55,8% del PBI. Un 28% corresponde a organismos y privados.
El ministro de Finanzas, Luis Caputo, dice que el tema no es para preocuparse, e incluso decidió acelerar el proceso de endeudamiento para "aprovechar ciertas circunstancias de los mercados financieros internacionales".
La visita de la canciller alemana Angela Merkel robusteció los bríos renovados en la Casa Rosada.
Merkel, habitualmente fría en sus discursos, elogió el rumbo económico adoptado por Mauricio Macri y dijo estar "impresionada" por los cambios en marcha.
La poderosa líder germana recibió un informe elaborado por las compañías alemanas con operaciones en el país en el cual destacan el alto potencial argentino y recomiendan aumentar las inversiones.
Pero en ese trabajo también alertan que a pesar de los esfuerzos de Cambiemos, persiste un "difícil entorno económico por la elevada carga fiscal y los altos costos extrasalariales.
"Comienza la recuperación de la Argentina, ya que las importaciones y las inversiones arrancan y que en el segundo semestre también debería empezar la recuperación del consumo", sostiene el reporte entregado a Merkel.
Macri también recibió una copia, y no pudo evitar una sonrisa de oreja a oreja.