Aunque insisten en negarlo algunos de sus principales actores, el ingreso de la familia Terranova al canal C5N y otros medios que hoy pertenecen a Cristóbal López, es un hecho.
Las respuestas se han transformado en evasivas y las confirmaciones brillan por su ausencia, pero todo se ha negociado ya, en el más profundo secreto. Por un lado, aparece Orly Terranova, quien no necesita presentación; por el otro, Cristóbal López, quien tampoco requiere ser presentado.
Uno y otro han refrendado en Mendoza los alcances del acuerdo que permitirá a los dueños del portal MDZ poner una pata en los medios que alguna vez pertenecieron a uno de sus principales enemigos, Daniel Hadad.
Pocos saben que el hoy titular del portal Infobae fue hace diez años parte de una trapisonda de alto vuelo que intentó birlarle al clan mendocino uno de sus principales negocios, la cartelería pública, de la cual son “amos y señores” en Buenos Aires y otras ciudades del país.
En ese contexto, es curiosa la involuntaria venganza que llevan adelante los Terranova una década más tarde contra Hadad.
Para entender lo que ocurre en estas horas debe mencionarse el fastidio creciente que ostentan Mauricio Macri y sus funcionarios respecto de las críticas de C5N, algunas fundamentadas y otras —la mayoría— pergeñadas para erosionar al gobierno a través de ostensibles operaciones de prensa.
El límite de la paciencia presidencial se colmó luego de que se hiciera público un informe sobre blanqueo de dinero que llevaron adelante los principales hombres de confianza del jefe de Estado. Uno de ellos es su mejor amigo, el siempre sospechado Nicolás Caputo.
En tal sentido, no es casual la aparición en escena de Orly Terranova, de aceitados lazos con este último. Dicho sea de paso, el célebre corredor de Dakar ha sido uno de los intermediarios del acuerdo que llevará a su familia a hacer pie en C5N.
En realidad, debe mencionarse a esta altura quien comandará el canal de López es el propio macrismo, a través de un hombre llamado Gustavo Casir, exapoderado de Publicidad Sarmiento, firma que también pertenece a los Terranova. Lo que se viene es un "triunvirato" en C5N.
Para que no queden huellas de la operación en ciernes, la operación se llevará a cabo a través de un fideicomiso, que no permitirá saber quién o quiénes son los verdaderos dueños del canal y los otros medios.
Aunque así no fuera, está confirmado que las críticas hacia el gobierno se esfumarán de inmediato de la pantalla de C5N. Por caso, en los medios que maneja en Mendoza —MDZ On Line y MDZ Radio— el clan Terranova ha prohibido a sus periodistas hacer denuncias contra el oficialismo de turno.
Solo pueden deslizarse críticas livianas o tópicos que ya hayan salido en otros medios, pero jamás se leerá en sus virtuales páginas alguna denuncia de peso contra los funcionarios del macrismo.
Página/12 también
Más allá de cualquier valoración, debe reconocerse la pericia del gobierno a la hora de acallar las voces críticas. Con un conglomerado de medios que responden a sus intereses —el grupo Clarín aparece a la cabeza—, solo queda un escollo por sortear: Página/12.
El diario que supo ser ingenioso y valiente —y que hoy se ha convertido en un triste pasquín—, es otro de los motivos de disgusto de Macri y sus amigos. Recuérdese que allí fue justamente donde se publicó principalmente la nota que los molestó, la del blanqueo de dinero.
Esa mortificación actuó de motor para avanzar contra Víctor Santa María, el dueño del matutino y, a la sazón, titular del gremio de los encargados de edificios. De hecho, el sueño del presidente es ver preso al sindicalista. A ese respecto, en los próximos días habrá novedades que traerán algarabía al macrismo.
Finalmente, luego de leer estas líneas, muchos se alegrarán, principalmente los que detestan a C5N y sus medios periféricos. Sin embargo, no hay nada para celebrar, sino todo lo contrario.
Cualquier gobierno, sea de la extracción ideológica que sea, debe tolerar la lupa del periodismo sobre sus actos, ya que allí aparecen involucrados los intereses de la sociedad, la tan sensible “cosa pública”.
Ergo, cuando hay tanto interés por acallar las voces críticas, como revela hoy el macrismo y en su momento exteriorizó el kirchnerismo, es porque hay cuestiones que ocultar. Eso nunca es bueno para la democracia, jamás.
En estas horas, más de uno debería estar recordando aquella frase célebre de Thomas Jefferson: “Si tuviera que decidir si debemos tener un gobierno sin periódicos o periódicos sin gobierno, no dudaría en preferir lo segundo”.